JULIO CÉSAR: Adivinos, Conspiración y Muerte

El gran general romano andaba acechado por peligros, perseguido por fuerzas oscuras, los adivinos parece que le anunciaron su muerte. Como si fuese poco su esposa Calpurnia, lo soñó muerto. Como si fuese una premonición vió a su esposo cubierto de sangre previo al desenlace fatal. Su confianza, popularidad y su prestancia militar lo llevó a pensar al líder militar que no era posible.

César era mirado de reojo por el senado romano, su astucia, su contacto con la Roma plebeya, con el pueblo romano, lo que le otorgaba popularidad, y la concentración del poder, con parte del ejército romano de su lado, no le gustaba nada a los senadores.

Sin embargo la conspiración vino de sus allegados junto a Marco Junio Bruto, alguien quien el propio Julio Cesar lo había ascendido para luchar en las guerras civiles. Ellos tramarían la conjura.

Según cuenta Suetonio en Los doce Césares, a los 16 años, perdió a su padre, de jóven y estudió leyes en el Foro romano, y desarrolló un gran nivel como orador. Continuando con su perfeccionamiento viajó al Asia Menor donde estudió filosofía y retórica con el maestro Apolonio Molón. Se puso al servicio de Roma y participó de una guerra contra el bravo Mitridates IV. Residió en Rodas, fue capturado por piratas que le pusieron un precio a su cabeza. Luego al ser liberado, organizó una fuerza naval persiguió a los piratas los capturó y amenazó con matarlos al amanecer. No lo hizo, pero logró que sufrieran toda una noche. Cuando retornó a Roma comenzó a ganar popularidad, y fue elegido primero Tribuno de la Plebe y luego como Cuestor.

Como cuestor fue enviado a Hispania, el actual territorio Español era colonia romana. Estuvo en Cádiz, cuentan que se paró frente a una estatua de Alejandro Magno, y se sintió errático al darse cuenta que tenía la misma edad en la que Alejandro conquistó el mundo, (30 años)y no había vivido grandes acontecimientos. Volvió a Roma y renunció al cargo.

Su carrera política fue en ascenso, de cuestor pasó a Edil que era un simil de intendente o jefe de comuna, tenía mucha ascendencia popular, y hace el año 64 organizó un evento que haría historia. Desvió las aguas del Tiber para inundar el Circo Máximo, el estadio ubicado en el Monte Aventino, y que hubiese combate de barcos.

Continuó en escalada y fue parte del primer triunvirato, un gobierno de tres, Cneo Pompeyo, Marco Craso y el propio César, durante 7 años. Se sabe que tanto Pompeyo, como Julio César, tuvieron un amorío con la reina del Nilo, con Cleopatra. Ya en relación con la reina del Nilo César, muy sagaz en Egipto intervino por la inestabilidad política reinante y nombró a Cleopatra desplazando a Ptolomeo XIII, su hermano que era el faraón, desatando la Guerra Alejandrina, 48-47 ac.

Algunas fuentes dicen que Ptolomeo XV, fue hijo de aquellos romances entre César y Cleopatra. Pompeyo se enfrentó en una de las guerras civiles de la antiguedad a Julio César. (Segunda guerra civil en Roma), Pompeyo fue un gran líder militar que tenía de su lado al senado romano, Julio César intentó un golpe. En el 48 ac, murió en la costa egipcia, cuando venía huyendo desde Grecia,luego de su derrota en Farsalia, Pompeyo fue asesinado.

Tu También Bruto

El fatídico día de los idus de marzo, César acudió al senado romano, rodeado de sus seguidores y sin su habitual escolta de guardaespaldas. Fue entonces cuando la trama se puso en marcha. Los conspiradores, armados con puñales escondidos entre sus ropas, abordaron a César y le propinaron veinticinco puñaladas. A pesar de intentar defenderse, el dictador sucumbió ante la ferocidad de sus atacantes. Según algunas fuentes, el dictador romano le dedicó unas breves palabras a Bruto antes de fallecer, que quedaron para la historia: «Tu quoque Brute fili mi», «¿Tú también, Bruto, hijo mío?».

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