Desde los albores de nuestra especie, el ser humano se ha reunido en torno al fuego cada vez que se ha visto, a si mismo, en peligro. Ya sea contra las fieras que acechaban voraces algún descuido del entorno nómade, o como confortable resguardo ante climas inhóspitos.
La humanidad ha encontrado en el fuego, un punto de encuentro. Una relación maternal. Porque ante cualquier hostilidad, el fuego se presenta como herramienta de construcción, como arma, o cómo en este caso, como respuesta unánime frente a los nostálgicos de la noche eterna, quienes agazapados tras oscuros e inconfesables intereses, plantean sus ganancias a costo de nuestra sangre.
Es por eso, que no resulta casual, haber contemplado tan conmovedora movilización. Este 24 de marzo, ha Sido algo más que una fecha de homenajes. Ha sido una cita obligada con la historia. Con nuestra historia. Y este proceso de reflexión, tan profundo como urgente, se da en el contexto de un mundo que enquistado dentro de una escalada global de violencia, miseria y explotación.
Una vez más, el fuego nos convoca y nos reúne. Nos agrupa. Nos encolumna, y nos alimenta.
Como en el sentir de Eduardo Galeano «El fuego nos contagia», pero sobre todas las cosas, hoy, el fuego que con rostro maternal nos abraza, también nos conduce.
Imágenes: Entre Nos Social Info
Por Mauricio Gabriel Toscano. Estudiante de la carrera del Profesorado de Historia en el I.S.F.D. N° 104 de Quilmes. Ex Director de la Secretaría de Relaciones Internacionales e Integración Regional del Municipio de Quilmes.