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¿POR QUÉ COMEMOS?

1 marzo, 2023

Muchas veces nos encontramos parados frente a la heladera, con la puerta abierta, mirando hacia adentro de ella, observando y pensando qué podemos agarrar para llevarnos a la boca. Y lo repetimos varias veces en el día, algunas veces nos sorprendemos como en un acto casi inconsciente.

Entonces sin darnos cuenta, comemos cuando nos aburrimos, cuando estamos eufóricos, cuando nos sentimos tristes, cuando nos levantamos, antes de acostarnos, cualquier excusa es buena para pasar por la heladera o la alacena y manotear algo para comer.

Ahí es donde fallamos, y donde debemos poner especial atención, en poder empezar a reconocer cuándo comemos por hambre real, cuándo comemos por hábito y cuándo por hambre emocional.

Sin dudas el ser humanos fue bien estudiado, y la industria y el marketing se encargan de influir directamente en las decisiones alimentarias de la población. La industria invierte muchísimo dinero en marketing no solo para dar a conocer sus productos, sino para convencernos de que necesitamos consumirlos.

El marketing utilizado por la industria de los ultraprocesados es agresivo, abusivo, muy bien diseñado y altamente efectivo. Aunque la percepción de la población es que esto no los influye, todos hemos sido o somos inducidos por el bombardeo de la publicidad (ya sea televisiva, radial, gráfica) a comprar lo que la industria quiere. Es así, no sos vos el dueño de tus decisiones, son ellos (la industria) quiénes deciden  qué comemos, y en qué momento… Y te doy algunos ejemplos, el pan del osito para tu desayuno en la mañana, la coca cola que hay que destapar para la felicidad, una cerveza Quilmes para el verdadero sabor del encuentro, la choco pausa de Milka

Todo en verdad, desde el diseño de las letras, la imagen que acompaña al producto, los colores, y hasta la ubicación que va a tener en las góndolas de los supermercados, todo eso es estudiado y diseñado por el marketing para que vos “decidas” elegir esos productos… Créeme que nuestras elecciones nos son para nada libres, aunque quieran convencernos de lo contrario, las decisiones de lo que comemos están basadas en lo que vemos, escuchamos, nos dijeron o contaron de esos productos.

Además de que, por alguna razón nos enseñaron o aprendimos que también todo lo emocional debe de cierta manera reflejarse en la comida. Y esto es lo más importante a volver a construir, el aprender a comer cuando nuestro cuerpo tiene hambre, y no simplemente porque estamos tristes, felices o como recompensa.

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-¿QUÉ COMEMOS?

-¿CÒMO ESTAMOS CON LA LEY DEL ETIQUETADO?

ROMINA SÁNCHEZ. Técnica Gastronómica. Hincha de Boca, Entrenamiento de Fuerza 3 veces x semana. Cocina comida como la de las abuelas… con ingredientes reales. Docente de Matemática y mamá de tres. De Empalme Villa Constitución. En Entre Nos, no sabemos cuando duerme. Seguila en Twitter: @rusitaok