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500 DÍAS CON ELLA Y EL AMOR RESPONSABLE

11 noviembre, 2022

Hacia Viernes Salvajes

«Nota del autor: lo que sigue a continuación es una obra de ficción. Cualquier parecido con
personas vivas o muertas es mera coincidencia. Sobre todo contigo, Jenny Beckman.
Perra.»

Una conversación en el Sarmiento

Todo empezó con una discusión entre dos chicas en el tren. No sé cuánto hace de esto, pero una tarde en el Sarmiento, mientras volvía a casa, puse en pausa la música que escuchaba por mis auriculares para poder oír la pelea entre dos señoritas que estaban sentadas frente a mí.

Lo primero que escuché fue algo así:

– …la película se la hizo él solito. Si el chabón flasheó amor, es problema de él. Ella jamás le dijo que sentía algo por él. Si él interpretó otra cosa, es su mambo.

– No, boluda. Ella le dice que no quiere nada serio pero le agarra la mano en IKEA, baila con él en el casamiento ése y lo invita a una fiesta que va a dar en su casa a donde le muestra a todo el mundo su anillo de compromiso. ¿Para qué lo invita entonces? ¿Para humillarlo?

Al principio, durante una buena cantidad de minutos, pensé que hablaban de una pareja conocida de ellas. Hasta que escuché frases como «esa escena», «es el chaboncito que trabaja en Criminal Minds» y «la que hace de la hermana es el mejor personaje, la rompe toda», ahí entendí que estaban discutiendo sobre una película. Como no daban nombres, no pude googlear y saber de qué film se trataba. Mas tarde llamé a un amigo, muy cinéfilo él, y le trasladé algunos datos que había sabido retener y me respondió casi enseguida: «¿qué? ¿vos no viste 500 días con ella?».

La peli, esa que hablaban las chicas

No hizo falta que respondiera a esa pregunta. En aquel momento la busqué para verla y nunca la encontré. Al googlearla vi que era la película que tenía esa escena en donde un muchacho escucha música por los auriculares en un ascensor y una chica a su lado le dice que le encantan The Smiths, y ésta canta una parte de la canción. Y él se enamora inmediatamente. Esa escena si la tenía, pero nunca supe de qué película se trataba.

500 días con ella (500 days with Summer, 2009) es una película dirigida por Marc Webb, director de las dos primeras películas del reboot de Spiderman y de muchos videoclips de grandes artistas. Está protagonizado por Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel.

Está catalogada como una comedia dramática, aunque es realmente difícil encontrarle la comedia. Es una película con un tono bastante triste a lo largo de sus brillantes 95 minutos. Hay quienes la consideran una película romántica, podría ser, pero es para debatirlo bastante. Yo diría más bien que se trata de una coming-of-age, una película sobre el aprendizaje, un género que se centra en el crecimiento psicológico y moral del protagonista.

Tom (Gordon-Levitt) es un arquitecto romántico empedernido y cursi, que trabaja en una imprenta de tarjetas de regalo y un día se enamora de Summer (Deschanel),una nueva compañera, que es la asistente del director. La película presenta a ambos personajes y después, mediante flashbacks y flash forwards, va reconstruyendo la historia que los une a ambos, para así ayudar a Tom a entender cuando fue que todo se vino abajo.

Palabras del Director de 500 días

Marc Webb los presenta así mientras nos muestra a cada uno en el presente y en la infancia:

«El chico, Tom Hagen, de Margate, New Jersey, creció creyendo que nunca sería del todo feliz hasta el día en que conociera al amor de su vida. Esa creencia era producto de su temprana exposición a la música triste del pop británico y su interpretación totalmente errónea de la película El Graduado.

La chica, Summer Finn, de Shinnecock, Michigan no compartía esa creencia. Desde la disolución del matrimonio de sus padres sólo había llegado a amar dos cosas. La primera era su cabello largo y oscuro. La segunda era lo fácil que podía contárselo y no sentir nada.

Tom conoce a Summer el 8 de enero. Se da cuenta casi en el acto de qué es ella a quien había estado buscando.

Esta es una historia de un chico que conoce a una chica. Pero más vale que sepan por adelantado que esta no es una historia de amor».

La película, aún al día de hoy, presenta una controversia. Están los que se colocan del lado de Tom y la odian a Summer porque no fue del todo clara en la relación. Y están quienes se paran del lado de ella, porque entienden que Tom se hizo la película solo y ella desde el inicio le dejó claro que no quería nada serio con él. Para muestra de esto va la discusión entre las dos muchachas jóvenes que discutían en el Sarmiento frente a mí.

Hay muchas escenas que podría rescatar para fundamentar algunas cuestiones donde me parece necesario dar un pequeño debate sobre la construcción que hacemos del amor y de su dependencia, pero me quedo con una que considero la más brillante. Summer invita a Tom a una fiesta que ella da en la terraza de su departamento. Desde que él llega hasta que se marcha, la pantalla se divide en dos sub-pantallas: Expectativa (lo que Tom esperaba que sucediera) y Realidad (lo que finalmente sucede). Las variaciones entre ambas son tan gráficas y elocuentes que duelen, tan familiares que es casi imposible no sufrir junto a Tom. Ay, Marc Webb, como te quiero. Qué maravilla de película te mandaste, por dios.

¿Ficción o Historia real?

Cuenta la leyenda, que la historia de 500 días con ella está basada en una historia real. Scott Neustadter, uno de sus guionistas, vivió una relación parecida. Creemos que es la tal Jenny Beckman que nombran en la nota del autor al comienzo de la película. Nada es casual.

Uno de los amigos de Tom le sugiere que para olvidar a Summer debería escribir una novela y cita a Henry Miller que escribió: «Si querés olvidar a una mujer, convertila en literatura”. Por lo que podemos suponer que el bueno de Scott escribió el guion para superar a Jenny. Aparentemente él le llevó una copia del guion a su ex y le gustó, sólo que ella se sintió identificada, contra todos los pronósticos, con el personaje de Tom.

¿De qué lado me coloco yo? Bueno, debo confesar que la primera vez fui del equipo de Tom, es decir, odié a Summer. Sentí que ella decía una cosa pero le demostraba a él todo lo contrario. Me sentí identificado con Tom en algunas de sus características emocionales. Tiempo después volví a verla y me alejé un poco de Tom, sin dejar de contenerlo, pero entendí a Summer un poco más que la primera vez, aunque hay un par de cosas que aún le cuestiono y que no logro perdonarle. Y esas cuestiones se encuentran reflejadas en el diálogo de las chicas en el Sarmiento que traté de reconstruir en mi memoria.

500 días con ella es una historia de amor, a diferencia de lo que dice el narrador al principio. Es una historia de un amor asimétrico, dónde el amor es el motor de empuje de una de las partes. La película es de 2009 pero se adelanta bastante a las discusiones que estamos dando hoy (y desde hace un tiempo) en materia de vínculos sexo-afectivos.

Que sea una película que sirva para debatir sobre la percepción del amor y que al mismo tiempo sea una clase magistral de guion para cualquier estudiante de cine, convierte a 500 días con ella en una obra absolutamente necesaria.


Charly Longarini

Periodista, y lector voraz. Escribe para La Patria Futbolera. Estudia Letras en la Universidad Nacional de Hurlingham. Cinéfilo. Seguilo en sus redes.