La Justicia desestimó la apelación que realizó Google, por el principio de inapelabilidad de las resoluciones que buscan la «producción, denegación y sustanciación de las pruebas” en las causas en curso.
Recordemos…
La actual vicepresidenta, denunció a principios de agosto a Google por brindar a sus usuarios información “falsa y ofensiva” sobre su persona durante el día 17 de mayo de este año. El objetivo inmediato de esta demanda, es generar la llamada “prueba anticipada”, que en el caso concreto significa proteger y obtener los datos que surgieron de la publicación dañina respecto a los clics realizados, impresiones webs, tiempo de visualización, etc. (para más información ver nota “CFK Y GOOGLE EN UN DEBATE QUE ES MUNDIAL”).
El Fuero Federal Civil y Comercial N° 7 aceptó la demanda y ordenó la realización de las tareas periciales en informática solicitada contra Google, convocando a un perito informático para que se expida sobre los puntos de pericia propuestos por la demandante. En este orden, citó a la empresa demandada a “fin de que participe de la realización de la prueba” arbitrando de manera inmediata “los medios para conservar los datos asociados” al nombre Cristina Fernández.
Al anoticiarse de esta medida dictada por el Juez Javier Terrero, el gigante informático Google apeló la misma argumentando que es improcedente porque (según la empresa norteamericana) no se cumplían con los motivos que establece el Código Civil y Comercial para este tipo de requisitorias, violando así el secreto comercial.
La cámara rechazó el pedido de Google
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal N° 2, integrada por los jueces Eduardo Gottardi, Ricardo Recondo y Alfredo Gusman, desestimó el pasado jueves 17 de septiembre la apelación presentada por Google. La decisión se funda en que las resoluciones que tomen aquellos jueces que tengan que ver con la “producción, denegación y sustanciación de prueba” son inapelables.
A partir de esta resolución, Google debe cumplir con la decisión impuesta por el juez en primera instancia, tendiente a conservar y proporcionar los datos asociados al nombre Cristina Fernández de Kirchner y Cristina Kirchner, a partir del 17/05/2020 hasta el día que se realice la pericia. El resultado servirá, según manifiesta la demandante, para establecer el monto indemnizatorio y en caso de que el Juez falle a favor, se estaría destinando íntegramente al Hospital de Niños de la Ciudad de La Plata.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación y Google
El caso de María Belén Rodríguez en 2014, fue el primero que llevo a los buscadores Google y Yahoo a nuestra Corte Suprema de Justicia, ya que ofrecía resultados en las búsquedas con su nombre, que la relacionaban con sitios vinculados a la pornografía y prostitución. Después de variadas interpretaciones en instancias anteriores, la SCJN falló a favor de los buscadores por unanimidad porque consideraron que estas plataformas digitales “no tienen la obligación general de monitorear los contenidos que se suben a la red” y que al ser contenidos que crean terceros, no pueden ser condenados por lo que “no han creado”.
La ex cantante de Bandana, Virginia Da Cunha y la modelo Bárbara Lorenzo denunciaron a Google por los mismos motivos cuyo contenido se accedía como consecuencia de las indexaciones que el buscador hace en las páginas web. Pero en 2015, la Corte volvió a eximir al gigante informático de responsabilidad, con los mismos argumentos que en el caso Belén rodríguez.
En un despistado análisis uno podría coincidir con la decisión de los longevos integrantes de nuestra Corte de Justicia. Pero lo cierto es que cuando alguien comienza a escarbar más sobre el tema, puede comenzar a comprender como los “datos” se convirtieron en un producto comercial, más caro que el petróleo. El abogado de Belén Rodríguez, Martin Leguizamon, que tiene más de 60 causas ganadas contra el buscador, decía en un reportaje realizado por Eduardo Feinmann, que “Google es un sitio como cualquier otro, que parasitariamente se apropia del contenido de los terceros y los aloja en sus resultados de búsqueda (…) El caso de Cristina Fernández Kirchner va a ser el caso que va a cambiar la responsabilidad de los buscadores en Argentina”.
Parecería muy difícil que nuestra Corte siga manteniendo la postura de aquellas épocas, donde todavía no estaba tan explícito como es el modelo de negocio de las empresas que manejan y comercializan datos personales y generales. La jurisprudencia internacional, de a poco comienza un camino diferente, que va hacia la protección de los datos de los usuarios y de la responsabilidad de aquellas empresas que manejan información de sus visitantes.
En Netflix… “El dilema de las redes sociales”
La plataforma de streaming líder mundial, por el momento, estrenó a finales de agosto The social Dilemma (El dilema de las redes sociales). Un documental donde, a partir del testimonio de ex empleados de empresas como Google, Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest, cuentan acerca del impacto negativo que tienen las mismas sobre las personas, pero con especial preocupación sobre los y las adolescentes.
Este film, dirigido por Jeff Orlowski, es una aproximación de lo que hay detrás de las redes sociales y la comercialización de los datos de sus usuarios. No es tan sofisticada como The Great Hack (Nada es Privado) ni tiene una mirada hacia la política ni los sistemas electorales y la democracia, aunque en algunos tramos hacen algunas referencias. Su abordaje se centra en la dependencia que genera en los adolescentes, enfocados principalmente en aquellos nacidos a partir de 1996, su manipulación y su deterioro en la calidad de vida.
En un momento determinado, la película llama a reflexión para determinar el grado de dependencia que podría tener un adolescente (y porque no también, un adulto) con relación a su celular. ¿Podría pasar una semana sin usar su celular ni ver sus redes sociales en la PC? ¿No guarda similitudes con la adicción que genera el cigarrillo? ¿Con qué objeto podría abdicar primero? Para pensar y reflexionar.
Si no la viste, mirala! Es momento de profundizar el debate sobre esta problemática que afecta a muchas personas de manera silenciosa. Podemos cuidar a quienes queremos y podemos mejorar nuestra democracia… Que no sea tarde…
Por Cristian Galleguillo. Procurador Jurídico.