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DIAGONALES: JULIO CORTÁZAR- CHARLIE PARKER

12 marzo, 2024

El 12 de febrero pasado se cumplieron cuatro décadas de la muerte de uno de los grandes escritores argentinos, Julio Florencio Cortázar, nacido en Bruselas, porque su padre era diplomático, en el año de la gran guerra 1914.

En su infancia vivió en Banfield y Temperley, en aquellas estaciones del sur del conurbano pobladas de quintas. Docente en Chivilcoy, profesor universitario en la Universidad de Cuyo. Escritor de grandes cuentos como La Noche a Mediodía, Casa Tomada, Instrucciones para John Howell, La Noche boca arriba y tantos otros, que publicó en Bestiario (1951),en pleno gobierno peronista. En aquel año se radicó en Francia, donde terminó sus días. En Buenos Aires solía ir al Luna Park, amante del boxeo, pasión que puede leerse en su cuento Torito, por el Justo Suárez, el primer ídolo popular en los años 20. Pero también lo cautivó el Jazz.

Charlie «Bird» Parker, revolucionó el jazz, con el Bebop.

Sin embargo, un día como hoy 12 de marzo se cumple el aniversario de otra muerte, el gran jazzero Charles Cristopher Parker Junior, el revolucionario del saxo alto, y compositor. Víctima de un paro cardíaco cuando vivía su tercer década abandonó el mundo en 1955; acosado por las deudas, la muerte de su pequeña hija de tuberculosis, y las drogas. Apodado bird, por su afición a comer pollo, según la versión del trombonista Clyde Bernhardt. Nacido en Kansas City en 1920, fue el responsable de convertir una música para bailar, en una improvisación sobre una melodía con modificación de acordes que, junto al trompetista Dizzie Gillespie, creó ese sonido, Bebop. Con Bird, el baile pasó a ser música para escuchar.

«El Perseguidor», en la voz del propio autor Julio Cortázar, de fondo suena Out of Nowhere de Charlie Parker.

Cortázar, fanático del músico logró hacerle un pequeño homenaje en el cuento «El Perseguidor», publicado en su libro Las Armas Secretas (1959). Esa idea que a Johnny Carter, el personaje de aquel cuento no los persiguían los problemas, sino Carter, perseguía los problemas hasta alcanzarlos. Un cuento ambientado en la bohemia parisina de los años 50, donde Carter es aquel músico perdido en los excesos y talentoso, Deddé su mujer y Bruno, el crítico que está en aquel relato compilando su vida, para escribir una biografía. Relato largo, según Julio lo guardó bastante tiempo y lo consideraba más una nouvelle.

La Literatura como juego, esa era la búsqueda de Cortázar.

«Jhonny acaba de grabar cuatro o cinco de sus mejores improvisaciones (…) bruno no te puedes imaginar la grabación de Johnny, lo que fue eso. Si Dios estaba ayer en alguna parte puedes creerme que era en esa condenada sala de grabación donde hacía un calor de mil demonios dicho sea de paso (…) Johnny está realmente muy bien y se ve que lleva días sin fumar demasiado, debe tener exactamente la dosis que le hace falta para tocar con gusto».

Muy jóven y en Nueva York se apagaba la vida de Bird, de Charlie, escuchado por Julio Cortázar, en Buenos Aires o en alguna pieza de la calle Montparnasse, mientras garabateaba alguno de su grandes cuentos. No sólo lo homenajeó, sino que el argentino le dedicó el relato. El médico que intentó reanimarlo a Charlie, cuando reportó la muerte dijo «el hombre desvanecido tendrá unos 50 o 60 años». Charlie Parker iba camino a los 35, cuando su corazón no aguantó más. Bird, vivió rápido y corto.


Matías J. Escot. Docente de Historia . Apasionado por la historia argentina, letras y política. Escritor, divulga la historia de nuestro país en Relatos del Sur Autor del libro “Escritores en Combate 1”