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ROSARIO BLÉFARI: Un paisaje sonoro

7 julio, 2023

Hacia Viernes Salvajes

«Acá estoy, no me ves, yo también, te estoy buscando como vos» canta la bella Rosario Bléfari y el mundo es mejor. Y allá adelante, las montañas de Cafayate hacen lo suyo, que no es otra cosa que dibujar el paisaje con colores calchaquíes. No hay nada más lindo que escuchar música dentro de un auto en plan de viaje de vacaciones por paisajes alucinantes. Porque ahí también la música empieza a ser un paisaje, un paisaje sonoro.

Rosario canta, si. Su voz es un susurro dulce que entra por los oídos, evidentemente, pero por alguna extraña razón suena dentro mio. Como si yo fuera alguna caja musical y su música vibrara en el pecho. Y me pregunto desde dónde me canta, nos canta. ¿Qué habrá en aquél lejano lugar? ¿Habrá bosques, mar, montañas?

Alguien alguna vez me dijo «a vos te va a gustar la Bléfari». Eso fue hace tanto que ya no recuerdo dónde, ni quién lo dijo. Pero su nombre entró en mi radar y quedó ahí, sin que la curiosidad me dominara lo suficiente como para salir corriendo a ver de qué se trataba.

Una tarde de verano, mientras me refugiaba de la lluvia en la estación de Caballito, en la radio sonó una canción que no recuerdo exactamente cual fue pero hoy a la distancia me gusta pensar que fue «Reservado», una de sus mas conocidas y bonitas. La lluvia cayendo sobre el andén y esa canción que parece (y es) triste, conformaban una película y una banda de sonido de la melancolía veraniega. Apreté los auriculares para captar aún más su voz y su música. Parecía que ella estuviera ahí, a mi lado, en medio de desconocidos. Era como si nos estuvieramos empapando los dos.

«Reservado» es una canción hermosa, tanto que puede resultar fascinante en la etapa de enamoramiento pero terriblemente triste en el desamor. Es dulce pero también es un puñal.

Busqué a Rosario en Spotify y comencé a escucharla de a poco. También la investigué con fruición. Leí algunos textos sueltos de ella que estaban colgados en Internet, supe que había publicado libros, actuado en «Silvia Prieto», la película de Martín Rejtman y que había cantado en la banda Suárez.

Uno no puede enamorarse del arte de alguien pero parece que si se puede nomás. Todo lo que descubría de ella me fascinaba, me deslumbraba, me llenaba de ternura.

Triste fue la mañana en que enteré de su partida. No fue de esas muertes que me impresionan, que me sorprenden, que me duelen. Fue una muerte silenciosa para mí pero que no pasó de largo. Lo que pasó aquella mañana de cuarentena, aislamiento y pandemia fue una sensación particular, como cuando uno está por despedirse de alguien y siente que ya extraña a esa persona.

Quedan sus discos. Dejó dos libros de cuentos y varios de poemas. Pero su literatura más jugosa está en su música, en esas canciones que el día menos pensado, te acompaña y te protege de los latigazos de una lluvia de verano.

Rosario Bléfari – Reservado

Acá estoy, no me ves, yo también
Te estoy buscando como vos
Con tranquilidad, sin desesperar…


Charly Longarini

Periodista, y lector voraz. Escribe para La Patria Futbolera. Estudia Letras en la Universidad Nacional de Hurlingham. Cinéfilo. Seguilo en sus redes.