Estos últimos días de Octubre son particularmente extraños. Entre el segundo aniversario de la muerte de Diego y la inminencia del mundial de Qatar que inicia en menos de tres semanas todos los futboleros estamos revolucionados. Este mundial es el primero que se juega en noviembre debido a las altas temperaturas del suelo qatarense.
Sin Diego las voces de rebeldía y lucha frente a los poderosos en el millonario y despolitizado ambiente del futbol brillan por su ausencia. En las últimas elecciones en Brasil incluso deportistas de elite como Neymar salieron a apoyar públicamente al presidente y candidato a la relección Jair Bolsonaro que aplico una serie de políticas negacionistas en relación a la pandemia de Covid que sumieron al pueblo brasileño en una tragedia sanitaria de dimensiones mayúsculas.
El mundo del futbol ya hace muchos años pareciera oscilar entre el apoliticismo graficado en el slogan “nosotros solo jugamos a la pelota” y el apoyo explícito a líderes de extrema derecha. Como antídoto ante este estado de cosas en YouTube hace ya varios años anda dando vueltas “Rebeldes del futbol” la mejor serie documental de este deporte de todos los tiempos. Conducida por el extraordinario jugador Eric Cantona la serie da cuenta del lado B de este ambiente de millonarios abúlicos que solo saben opinar sobre el devenir de sus equipos y de las ligas en las que ellos compiten.
Cantona mirando a cámara le dice al mundo al inicio de cada capítulo que existe otro futbol posible y que ese fútbol no es solo terreno de la utopía. Los episodios de casi media hora de duración cuentan una serie de historias inolvidables que dan cuenta de que la conciencia política y la lucha por un mundo mejor no es solo un trabajo de militantes de base, intelectuales y clase política. “Rebeldes del fútbol” se nos presenta como una serie fundamental para poder reflexionar sobre la idea de comunidad que hoy pareciera estar abandonada por los discursos de la realpolitik y los focus group tan de moda a la hora de pensar las relaciones entre política y sociedad.
Cada uno de los capítulos es protagonizado por un deportista que se rebela ante el mandato del futbolista apolítico. La serie coproducida por Arte France y Aljazeera narra las historias de vida de entre otros el chileno Carlos Caszely que combatió y denuncio en soledad la dictadura pinochetista, el argentino Ricardo Tamburrini que estuvo secuestrado en la mansión Seré y luego se dedicó a la filosofía o el brasileño Sócrates que llevo adelante un modelo de democracia asambleario en el que los jugadores del Corinthians tomaban cada una de las decisiones en lo que respecta a su equipo.
Son particularmente notables los episodios del bosnio Predrag Pasic que se dedicó a la titánica tarea de hacer escuelas de futbol que luchaban contra el segregacionismo en plena guerra de los Balcanes en la década del 90 y el del astro marfileño Didier Drogba que utilizo su fama para unificar un país sumido en una cruenta guerra civil.
La serie conducida por Cantona (un personaje más grande que la vida) comparte el tono didáctico de la notable película “Argentina 1985”. En ambos casos la pedagogía debe pensarse como virtud ideológica más que crítica estética.
Ambos productos ayudan a desnaturalizar las relaciones sociales y a pensarlas desde su componente histórico y cultural. Estos jugadores anti hegemónicos vienen a mostrarnos que un futbol solidario y en donde el otro no sea solo un rival o enemigo a vencer es posible. Como dice Cantona al final del episodio dedicado a Drogba es mucho más difícil ser un hombre que un ídolo. Sobre esa humanidad escondida reposan las virtudes de un programa extraordinario que nos demuestra con un par de ejemplos concretos que otra humanidad es posible.
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JUAN P. SUSEL. Sociólogo (UBA). Profesor en Ciencias Sociales. Crítico de Cine. Autor de: Maradona en Roja y Negro (2021)