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EN EL NOMBRE DE LA HIJA

9 noviembre, 2023

Hacia Viernes Salvajes

Basta que un amigo, que me sabe maradoniano, me cuente que vio la serie La hija de Dios. Levanto el mentón, él ya entiende que le estoy preguntando que tal está. Se acomoda en la silla, se me acerca y con la voz más baja que le conozco, me dice: me lloré todo. Listo, suficiente para mi.


La busco en la plataforma donde está. Descargo los 3 capítulos en el celular y veo los primeros minutos a ver que onda. A los 6 minutos Dalma, la protagonista de la serie documental, habla con Burruchaga y ya hay tres que se emocionan: Dalma, Burru y yo. Ya me veo venir como va a seguir todo esto. La corto ahí pero con la promesa de maratonearla una vez que rinda el parcial que tengo por delante. Pasan los días y vuelvo a la serie desde el principio otra vez.


La hija de Dios es una carta de amor a Maradona papá. No hay nada que yo pueda contar que sea un spoiler, porque la vida de Diego la conocemos de memoria. Con la salvedad que unos decidimos recordar lo bueno de Diego, y otros en cambio, deciden quedarse con lo malo, como si ellos mearian agua bendita.


Y para estos últimos, sepan que la serie habla casi de TODO, se mete con el tema del consumo de Diego bien de frente y sin esquivarle al bulto.
El documental es un recorrido por esa historia de amor, de padre e hija. Es una operación parecida a la película Aftersun (Charlotte Wells, 2022) en la que la directora, recrea mediante filmaciones caseras de una videocámara, unas vacaciones con su padre cuando ella era chica y su padre estaba vivo.


Dalma parte desde Fiorito y recorre todas las casas donde vivieron los Maradona. La ruta que decide trazar, la lleva (y nos lleva) por el conurbano, ciudad de Buenos Aires, Napoli, por todos los lugares por los que anduvo Diego y ella se fue acoplando al llegar a su vida. Recorre todos los recovecos en los que estuvieron juntos y construyeron ese amor infinito.


Habla con Burruchaga, Coppola, con la mujer que hizo que conociera a Claudia, Goyco, Di Maria (a quien Maradona bancó SIEMPRE), Arcucci, Carlos Tevez, Signorini, ex compañeros de Napoli, todos ellos hablan de amor cuando lo nombran a Diego. Se les llena la garganta y la mirada de amor al hablar.


Una cosa descubrí: que hermoso que es Napoli. Pero ahí, en ese centro tan maradoniano, las autoridades del club no la dejan entrar al estadio en donde Diego les dio enormes alegrias. En contraste con esa experiencia, Dalma recorre los pasillos de la Bombonera como si fuera su casa. Y en un punto lo es. Es cierto, mi amigo tenía razón nomás, es para llorarse todo.
Recomendado para los maradonianos, pero ideal para los anti. Porque si estos últimos se animan a verlo, van a ver un Diego amoroso, un Maradona demasiado humano, un padre muy íntimo para lo pública que fue su vida.


Hermoso regalo se mandó Dalma para su papá. Es como una mamushka entre lo privado y lo publico. Porque ella, a través de una producción intenta relatar lo privado de su mundo en una vida que era conocida por todos. Y es un regalo para todos nosotros también, para aquellos que nos pasa lo que bien dice Goyco en eso de «con Diego se murió una parte feliz de todos nosotros»

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Charly Longarini

Periodista, y lector voraz. Escribe para La Patria Futbolera. Estudia Letras en la Universidad Nacional de Hurlingham. Cinéfilo. Seguilo en sus redes.