CÉSAR LUIS MENOTTI: EL REPRESENTANTE DE LA NUESTRA

Por Diego Joy

¿Quién es capaz de poner en duda que hay un fútbol argentino? Existe un fútbol nacional auténtico y nuestro, de la misma manera que hay un estilo argentino de vida. (César Luis Menotti)

Se sabe que el juego del fútbol, football Association se lo llamó en un principio al juego que conocemos hoy, surgió en Inglaterra a mediados del Siglo XIX. Parece ser que el juego, en su origen, tendía a ser eminentemente individualista. Es decir, un jugador se hacía de la pelota y corría hacia la valla rival hasta que la perdía. El que la capturaba corría a su vez con el balón. Y así. Se ha escrito que fueron los escoceses quienes inventaron el arte del pase. Algo que, es evidente, hizo del juego algo diferente de lo que era.

«Hay un fútbol de izquierda y otro de derecha. Un fútbol comprometido con la gente, de orgullo de pertenencia. Todo eso que pregono me suena más a la izquierda que a la derecha. Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente el resultado».

César Luis Menotti. 1938-2024

Pocos años después y a través de los obreros ferroviarios (que, como se sabe, eran en gran medida británicos), el juego de los ingleses locos (como fue llamado alguna vez) llegó a orillas del Plata. El primer partido del que haya registro en Buenos Aires se jugó en 1867 en los terrenos que hoy ocupa el Planetario de esa ciudad. Una placa lo recuerda. Vertiginosamente, en menos de 60 años, los rioplatenses dominaban ampliamente el mundo del fútbol. Se podría decir, no sin una cuota de arrogancia, que los ingleses inventaron el fútbol pero en el Río de la Plata fue descubierto. En estas pampas se hizo religión el juego del pase y las pequeñas sociedades, sin por eso dejar de utilizar la habilidad individual como recurso.

Son innumerables los nombres que hicieron grande el fútbol argentino desde los tiempos fundacionales de Sir Alexander Watson Hutton o de los Hermanos Brown y su Alumni. Una lista que excedería largamente el espacio del que disponemos. Pero hay un nombre que supo erigirse como faro y referente en un momento en que se había perdido el norte futbolero en la Argentina. Tras el famoso desastre de Suecia 58, el rotundo fracaso que significó aquello del Fútbol Espectáculo en la década del sesenta y la ruidosa ausencia nacional en México 70, apareció César Luis Menotti entrenando a un Huracán llamado a hacer historia.

Un grupo de jugadores fuera de serie (porque, digámoslo claramente, ningún entrenador en el universo puede hacer demasiado sin buenos futbolistas) y la profunda convicción de recuperar el modo de jugar que nos había destacado como referencia para el mundo del fútbol. Aquella del pase como método, la triangulación como sistema, la gambeta como recurso y el respeto reverencial a la pelota.

Menotti se destacó, además, como un inteligente organizador que sacó de las sombras a la Selección Argentina de Fútbol para jerarquizar su estructura y poder aprovechar la inagotable aparición de buenos, muy buenos y grandes futbolistas en esta tierra.

Sí, existe La Nuestra. La Nuestra es ese modo de jugar. La Nuestra es la que representan los Brown, los Sastre, los Moreno, los Distéfano, los Rojitas, los Houseman, los Kempes, los Bochini, los Maradona, los Riquelme, los Messi surgidos de nuestros potreros y nuestros clubes.

Entre todos esos nombres, en un destacado lugar, aparece este profundo conocedor, convencido entrenador y devoto amante de un modo de jugar que nos gusta llamar La Nuestra: César Luis Menotti.

En estos días está cumpliendo 85 años. Lleva más de sesenta ligado a la pelota. Primero jugándolo en gran nivel, luego siendo destacado entrenador y hoy como Director de Selecciones Nacionales. Un enorme bastión de la mejor historia del Fútbol Argentino.

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