Walter Gastón Coyette rescindió de manera formal su contrato con la institución y de esta forma dejó de ser el entrenador de Quilmes. El vínculo tenía una vigencia hasta diciembre de 2023 pero debido a la irregularidad, y la no obtención de objetivos, la dirigencia optó por dar terminado el ciclo.
La negociación fue compleja, ya que Gastón Coyette tuvo exigencias económicas que en principio estuvieron fuera del alcance de la comisión directiva. Sin embargo con el correr de los días, el entrenador que en un principio pareció aferrarse a su contrato fue cediendo y se llegó a un arreglo.
Ese acuerdo se había alcanzado hace más de 10 días, pero la rescisión se estiró en una negociación económica por el tiempo que quedaba de contrato- más de un año-. Además el entendimiento entre las partes contemplaba una suma importante en efectivo (acompañada con pagos diferidos) que el club tardó en conseguir.
Una vez reunido el efectivo se pudo firmar la rescisión en una escribanía de la ciudad y Gastón Coyette dejó de ser de manera formal el entrenador de Quilmes. Su ciclo en números no pasó de una medianía, al frente del equipo: en total, contando los partidos de la Primera Nacional, bajo la conducción de Coyette, Quilmes logró 24 puntos sobre 57 en juego, tan solo obtuvo el 42,10 por ciento de eficacia.
Lo mejor fue la participación en la Copa Argentina, donde eliminó a Rosario Central en los 16avos y a Deportivo Madryn en octavos de final, ambas clasificaciones logradas por penales para jugar por primera vez en cuartos ante Boca Juniors en Mendoza, donde quedó eliminado en una actuación aceptable.
Coyette asumió el 7 de junio como entrenador de Quilmes y como sucedió con su antecesor Leandro Benítez, no pudo generar una estabilidad en el juego y en los resultados, y la irregularidad caracterizó su campaña. La comisión ya está en campaña pensando en su sucesor, y comienzan a barajarse nombres.
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