POR QUE CARAJO, DIEGO?

¿Por qué carajo te me metiste en el corazón?
¿Por qué carajo tuviste que debutar en Boca cuando yo estaba empezando a descubrir esto de la pelota?
¿Por qué carajo tuviste que ser uno de esos villeros que nunca se olvidaron de que nacieron villeros y que lo único que cambio fue su nivel de vida, no sus ideales?
¿Por qué carajo jugaste el mejor superclásico en la mejor victoria de Boca sobre River en ese Viernes Santo bajo la lluvia, bailando a toda la defensa en ese segundo tiempo de ensueño, haciéndolo gatear a Fillol en las dos canchas?
¿Por qué carajo tuviste que estar tan enamorado de la camiseta de la selección, jugando lesionado, con el tobillo hecho un pomelo o en la mejor forma física, trayendo una copa del mundo y otra que debió venir y no vino y, en ambas, el pueblo te expreso tu amor?
¿Por qué carajo, en lugar de elegir arrodillarte ante el poder, elegiste enfrentarlo, pagando con 30 meses de tu carrera esa valentía inigualable?

¿Por qué carajo te repusiste a todo y volviste siempre mas altivo y desafiante?
¿Por qué carajo no te dejaste de joder con la pelota?
¿Por qué carajo no te diste cuenta de todo esto y traicionaste a tu corazón a tiempo, para que, en lugar de llorarte sin consuelo como lo hacemos ahora, tomemos el camino corto de la indiferencia y el olvido y podamos seguir tranquilos con nuestras vidas sin este dolor que se hace carne y es imparable?
¿Por qué carajo te nos metiste en el corazón de esta manera?

¿Por qué carajo no te diste cuenta de que, ahora que te vas, ese vacío no cierra y duele porque queda en carne viva?
¿Por qué carajo nos hiciste esto todos estos años, Diego?
¿Por qué carajo nos enamoraste hasta el infinito y, de golpe, nos dejas huérfanos de amor al futbol?

Ah, cierto. Fue la Tota que te llamo a tomar la leche.

Está bien, Diego. Te perdonamos. Total, más tarde o más temprano, nos veremos allá arriba y nos daremos ese abrazo eterno que acá no pudimos.

TE AMO PARA SIEMPRE, HERMANO.

Descansa tranquilo. De una buena vez, hacelo en paz.