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HISTORIAS EXTRAORDINARIAS: ARGENTINA 1985

17 octubre, 2022

El Menemato y la impunidad

Seguramente ustedes no lo saben porque son muy jóvenes pero en la década del 90 en este país las madres y abuelas de plaza de mayo eran un símbolo de rebeldía y lucha contra los poderosos. Gobernaba el país Carlos Saúl Menem al calor de las políticas neoliberales que prometían modernización mediante que el país saldría del atraso al que lo habían sumergido las políticas impulsadas por el primer peronismo allá por la mitad de la década del 40 del siglo XX. Esas políticas económicas que llevaron a la expansión de una brutal descomposición social tuvieron como síntoma más claro la desocupación que comenzó a observarse a mediado de la década del 90.

Esas políticas económico sociales tuvieron a su vez su correlato en las políticas de impunidad que quedaron selladas con las leyes de obediencia debida y punto final. En esos años noventa las madres de plaza de mayo organizaban festivales de rock y desfilaban en esas misas tribales como el símbolo de paz que son. Unos años antes, en 1983 Argentina había recuperado la democracia luego de siete años en donde en el país se desencadenó la mayor tragedia colectiva de nuestra historia.

Desde 1930 en adelante Argentina vivió una vida democrática permanentemente interrumpida por los sucesivos golpes de estado inaugurados en 1930 con el golpe que sufrió el segundo gobierno de Hipólito Irigoyen. El peronismo sufrió en carne propia esta lógica de persecución y exterminio primero en 1955 con el golpe que termino con el segundo gobierno de Juan Domingo Perón y que se profundizo luego durante 18 años de proscripción.

Argentina 1985

El séptimo film de Santiago Mitre con guion de Mariano LLinas sucede en 1985 (un año y monedas después de la recuperación democrática) y se centra en el juicio a la junta que lleva adelante el fiscal Julio Cesar Strassera junto a Luis Moreno Ocampo ambos interpretados de modo extraordinario por Ricardo Darín (en uno de los papeles de su carrera) y Peter Lanzani. El film hace foco en el proceso judicial tomándose algunas licencias ostensibles.

De algún modo el film de Mitre y Llinas relativiza el rol que tuvo el gobierno de Alfonsín durante el proceso ya que fue este gobierno el responsable de que un tribunal civil juzgue a un gobierno militar que recién dejaba de serlo y que mantenía un poder enorme en la vida política y social argentina. Argentina 1985 es honesta desde donde se posiciona para contar la ficción que quiere contar. En el inicio del film Strassera y su familia observan frente a la televisión como el ministro del interior Antonio Tróccoli desarrolla sin más la teoría de los dos demonios que es el esquema teórico que habilita a entender que lo que sucedió en el país durante la dictadura fue una guerra entre dos oponentes que tenían la misma fuerza. Lo que sucedió en este país durante la negra noche del golpe cívico militar fue un plan sistemático y por fuera de la ley basado en el exterminio de una parte de la población llevado a cabo por el gobierno militar que gobernó la nación entre marzo de 1976 y diciembre de 1983.

El fiscal Strassera se posicionará en oposición a ese modo de entender la violencia política llevando adelante finalmente el juicio más importante en la historia del país.

Un acierto de Santiago Mitre

El gran acierto de “Argentina 1985” no tiene que ver con una toma de posición político partidaria ni con el desarrollo de una mirada ideológica determinada. El film de Mitre debe validarse como obra artística y es en ese sentido que se observan los méritos de una ficción que decide interpelar ese pasado ya no tan cercano con las herramientas del cine clásico como el propio director hiciera en sus primeras películas sobre todo en la extraordinaria “El estudiante” del 2011 donde el ascenso en la vida política estudiantil era narrado desde la lógica del thriller político clásico.

Santiago Mitre el Director de Argentina 1985.

Acá Strassera es un hombre que debe aceptar su destino por fuera de su deseo.

Darín es sin más la representación del héroe clásico, un hombre gris obligado por las circunstancias de su tiempo histórico a transformarse en un héroe. Para Mitre y Llinas la idea de heroicidad tiene que ver con la valentía de hacer lo correcto y no con ninguna idea estética vinculada con la grandilocuencia.

El personaje compuesto por Peter Lanzani recorre un trayecto similar al de Strassera. Hijo de una familia de militares Moreno Ocampo enfrenta su mandato siguiendo al pie de la letra la idea de justicia que se encuentra en las antípodas de los crímenes aberrantes que llevaron adelante los militares.

En esas licencias narrativas algunos críticos encontraron el defecto de evadir la realidad política de la vuelta de la democracia pero lo que esa argumentación deja de lado es que la ficción debe juzgarse con los parámetros de la fantasía y que incluso vista las cosas desde esa perspectiva “Argentina 1985” es una película noble en la que el equipo de fiscales encabezados por Strassera y Ocampo se enfrenta a la junta militar que llevo adelante la etapa más sangrienta de la historia del país. Mitre y LLinas son luminosos en una puesta en escena en la que contraponen el clima asfixiante que la película describe con la utilización de una banda de sonido hermosa en la que brillan los abuelos de la nada y Charly García entre otros artistas que dan cuenta de la esperanza que significaron esos años de resistencia y vuelta a la luz.

Por otro lado el film de Mitre es una gran película de género. Durante las más de dos horas de metraje “Argentina 1985” se exhibe como un muy sólido policial político transformándose sobre el final en un gran drama jurídico nunca exento de toques de comedia que le dan aire a un relato opresivo por naturaleza.

Decisión Estética y reflexión sobre el presente

Esa decisión estética de Mitre de abordar la historia más oscura del país apoyándose en los géneros cinematográficos tradicionales no es novedosa en el cine argentino contemporáneo. Allí brillan entre otros grandes ejemplos “Crónica de una fuga” de Israel Adrián Caetano e “Infancia Clandestina” de Benjamín Avila que desde el cine de terror y de suspenso construyeron dos relatos extraordinarios sobre la última dictadura.

En esa decisión estética se encuentra el mérito político y cinematográfico de una película conmovedora y con un pulso narrativo notable que permite que miles de argentinos que nacieron con posterioridad a la vuelta de la democracia tomen conciencia de la degradación humana a la que las clases dominantes llevaron a este país.

Raúl Alfonsín y Juan Carlos Strassera, dos de los grandes responsables de los juicios civiles a los militares, junto a las Madres de Plaza de Mayo.

Solo comprendiendo cabalmente al pasado podremos modificar nuestro presente. Gestas como la de ese equipo de fiscales deberían ser parte de la conciencia colectiva de un modo mucho más presente que el de la mera efeméride escolar. Reflexionar sin sentirse llevado de la mano es el mérito más grande de una película en donde la toma de postura ideológica nunca obtura el hecho estético. Eso hace del film de Mitre una película fundamental en la historia de nuestro cine. Una película anómala que narra una gesta amorosa como antídoto para combatir estos tiempos de odio.

Argentina 1985. (Argentina 2022) Dirección: Santiago Mitre. Guion: Mariano Llinas y Santiago Mitre. Elenco: Ricardo Darin, Peter Lanzani, Alejandra Flechner, Norman Briski, Susana Pampin, Héctor Díaz. Duración 140 minutos

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IG: @juanpablosusel

JUAN P. SUSEL. Sociólogo (UBA). Profesor en Ciencias Sociales. Crítico de Cine. Autor de: Maradona en Roja y Negro (2021)