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PRIMERO HAY QUE SABER SUFRIR

9 diciembre, 2022

Almuerzo en familia. Mucho calor. Miré el reloj permanentemente. Diez minutos antes pedí permiso y me aposté frente a la TV Publica. De a poco se fueron acercando todxs. Empezó el partido, empezó la tensión. Tomé una cantidad de latas de cerveza que no puedo contar. Grité, gritamos el merecido gol de Nahuel Molina que la viene rompiendo.

Después festejamos el gol de penal de Messi. Emoción, gritos, abrazo. Empatan sobre la hora los artistas antes llamados Holanda y todo se descontrola. Tiempo suplementario, de las media horas más largas de mi vida. Llegan los penales. Y como estamos en casa de mis viejxs, como en el 2014 frente a los Países Bajos, me fuí al mismo cuarto de hace 8 años.

Las manos juntas en rezo, Lore, Valen y Lucas, mi sobrino, me iban informando de cada ejecución. Hasta que vino Valen, y me encontró en el piso de rodillas llorando como un nene de su edad. «Salimos campeones», me dijo en su inocencia. Lo corrijo, le dije que pasamos a semifinales.

Fede, mi hermano menor, viene gritando y me abraza. No puedo controlar más las emociones. Unos segundos después mi viejo me viene a buscar y me da un abrazo de esos que voy guardar para siempre. Estamos en semifinales. Quiero salir campeón por tres tipos: mi viejo, Valentino y por Messi. Ahora no nos para nadie, porque «primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento».
Vamos Argentina, la conch@ de su madre!


Charly Longarini

Periodista, y lector voraz. Escribe para La Patria Futbolera. Estudia Letras en la Universidad Nacional de Hurlingham. Cinéfilo. Seguilo en sus redes.