A cierto discurso desatinado en medios locales y en un programa del canal de noticias A24, sus militantes se comportaron agresivos contra una mesa de campaña del oficialismo. Una muestra de la desorientación política de la oposición quilmeña de Juntos por el Cambio.
En aquel fin de semana largo del 25 de Mayo, el ahora precandidato a Intendente, había criticado al oficialismo por las inundaciones fundamentalmente en Solano y Villa Itatí y la situación de los arroyos. Sin embargo durante sus cuato años de gestión, tuvo cuatro inundaciones de magnitud de las cuáles el municipio tardó mucho en dar respuesta. Tal es así que en aquellas ocasiones ,militantes se hicieron presentes y colaboraron con los y las vecinas llegando antes que el propio municipio gobernado por Molina, cuyas respuestas estatales fueron tardías.
Esta mañana de sábado y ya de lleno en la campaña electoral, un militante macrista Omar Cachazú, patoteó e intentó «primerear» la ubicación de una mesa en Rivadavia y Lavalle, y también quiso llevarse las boletas, metiéndose en la mesa correpondiente al oficialismo quilmeño. Si bien el conflicto no escaló, su lenguaje y formas fueron violentos, al grito de «les revoleo todo, no van a poder trabajar». Los y las que sufrían la violencia eran militantes del oficialismo, de Mayra Mendoza.
En estas horas estamos intentando comunicarnos con una de las militantes que presenció el hecho, esta mañana en el centro quilmeño.Tanto la estrategia discursiva, como la violencia verbal y de gestos, marca la falta de argumentos, incluso del propio Molina, que repite como latiguillo «la gente está enojada», ¿quiénes están enojados?, ¿desde cuándo el enojo es un argumento político?. Parecería que le falta una propuesta sólida, al precandidato de Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta. Sus dichos y la patoteada de hoy, más bien marca la desorientación del candidato y parte de su militancia.
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