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LOS CAPOS DE LAS CRIPTOS: Entre el fraude y la cárcel

7 noviembre, 2023

El 2021 fue el boom de las criptomonedas y el bitcoin como una inversión de rentabilidades casi ilusorias, fue así que se coronaron ganadores, que pasaron a ser los gurú de una nueva era, donde desde una computadora tirado en un sillón en pantuflas podías ganar sideralmente más que un trabajador, no sólo eso, sino transformarte en milmillonario.

Nombres como Sam Bankman Fried, o Cameron y Tyler Wynclevoss, o Barry Silbert era los grandes ganadores, ejemplos a seguir de millenials y jóvenes empresarios con pretensiones de ser millonarios en un corto plazo.

En aquel 2021, el valor de la criptomoneda batió récords históricos durante semanas, arrastrando a una vorágine alcista a prácticamente toda moneda digital que salía al mercado. Tras sobrepasar los 66.000 dólares a finales de octubre, siguió escalando, hasta rozar los US$69.000 en la mañana del 9 de noviembre. La línea ascendente del bitcoin parecía no tener fin.

Las especulaciones sobre qué precio alcanzaría (la más habitual era que superaría los 100.000 dólares antes de terminar el año) o cuándo empezaría a sustituir al dinero tradicional en todos los ámbitos económicos corrían por las redes. Para los creyentes del movimiento cripto, las fuentes de referencia eran el grupo de jóvenes empresarios que habían conseguido hacerse milmillonarios gracias al nuevo negocio y marcaban el camino a seguir.

Fried, uno de los magnates de las Criptomonedas.

Dos años después, la situación es diametralmente diferente. Buena parte de esos empresarios que en 2021 se convirtieron en gurús del futuro de la economía gracias a la especulación con criptomonedas tienen hoy procesos judiciales por fraude, sus compañías quebraron o fueron condenados a prisión. Backman Fried fue apodado el Robin Hood millenial, y hoy, en 2023 enfrenta una sentencia de prisión efectiva de 115 años, con siete delitos sobre sus espaldas. Fraude electrónico, fraude bursátil, fraude bancario y lavado de dinero. Según la revista Forbes, Backman recaudó en 2021, 24000 mil millones de dólares.

Por su parte los gemelos Winclevoss están acusados de estafar a sus inversores, a unos 230000 y hacerles perder unos 1000 millones de dólares con su plataforma Géminis. Acusados por la Fiscalía de New York, tienen confiscadas gran parte de sus 4000 millones de dólares obtenidos.

Como podemos observar ninguno de estos personajes megaambiciosos y modelos de conducta de millenials en esta nueva era, no ganaban millones de dólares para realizar filantropía, y no hicieron su fortuna con el sudor de su frente. Especulación, estafas, mentiras a inversores, y un negocio que se expande como una burbuja, y se pincha en un santiamén dejando a los peces gordos como ganadores.

Champeng Zao, Brian Amstrong, con sus plataformas de inversión Binance y Coinbase son parte de esta lista, Jed McCaleb y Cris Larsen (la quinta persona más rica del mundo en 2018), son también nombres investigados por la justicia a raíz de fraudes financieros y bancarios. La mayoría con cuentas en Bahamas, y con acusaciones de sobornos, para que no entreguen datos a la justicia neoyorquina. Más que Robin Hood, son los nuevos piratas millenialls, de un mundo que admira la riqueza sin preguntar como está echa, ni bajo que principios.

Fuente: DiarioAr. com

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