Este último domingo 30 de octubre se llevó a cabo en Brasil la segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Estos fueron el actual Presidente Jair Bolsonaro, que en la primera vuelta obtuvo 43,20, y el ex Presidente Ignacio “Lula” Da Silva, que obtuvo en primer término el 48,43.
Lula se impuso, con el 99,16 de las mesas escrutadas (al cierre de esta nota) con un 50,85 contra el 49,15 Del actual presidente. La diferencia es solo del 1,70 por ciento.
Los resultados de este domingo no solo significan la elección de un nuevo Presidente, sino que se dirimían dos modelos de país.
El modelo impuesto por Bolsonaro, está atravesado por la exclusión para las mayorías, los sectores populares, donde los pobres sean cada vez más pobres y los ricos se fortalecen. Además de un esquema represivo en materia de seguridad; hubo unos cuantos casos de ingreso de la policía en Río de Janeiro, por tomar un ejemplo, a barrios vulnerables y favelas, con una considerable cantidad de muertes.
Asesinatos, para ser claro donde no existió una profunda investigación. También desde lo simbólico, las declaraciones de Bolsonaro, acerca de la diversidad sexual, y el matrimonio igualitario, habla de un claro desprecio, a las minorías. El Gobierno de Lula significará un modelo de inclusión social, con otra distribución de la renta, y la prioridad hacia los más desposeídos, junto a una relación más cercana a los países de la región entre los que se encontraría la Argentina.
La mayor parte de la región, esperaba una victoria de Lula, ya que las ultimas elecciones en Latino América ganaron los Presidentes de índole Populares, de izquierdas, Boric en Chile, Petro en Colombia, a estos se suma Lula, junto a la Bolivia de Luis Arce, a Almo de México, a la Honduras de Zelaya, en términos generales, más allá de diferencias particulares. Recordemos que Alberto Fernández, visitó a Lula, varias veces, y mostró su apoyo al comienzo de su mandato
¿Qué significa la victoria de Lula Da Silva para la región y además para nuestro país?
Para la región, como se dijo en párrafos anteriores, significara que Lula no solo se sumara a los presidentes considerados más nacionales y populares, sino que además podrán apostar a políticas comunes que no pudieron darse con Bolsonaro.
Para la Argentina las elecciones en Brasil siempre son importantes ya que es nuestro principal socio comercial, y además es conjuntamente con nuestro país uno de los grandes fundadores del Mercosur. Cuando ambos países tienen presidentes afines se pueden realizar mejores políticas económicas, sociales, conjuntas, para nuestros pueblos.
Lula asumirá un Brasil muy polarizado, si bien se impuso en segunda vuelta la brecha es del 1,70, a esto hay que sumarle que durante la primera parte de su tercer mandato no tendrá mayoría en las cámara de Senadores y Diputados, y los principales Estados, (Río de Janeiro, Minas Gerais y San Pablo), lo que en Argentina serían las Provincias, estarán en manos opositoras.
Durante sus dos primeros gobiernos, el ahora presidente electo, disminuyó considerablemente el hambre en Brasil, saco a millones de Brasileros de la pobreza, estabilizó e hizo crecer la economía, de manera inclusiva, con una distribución de la renta, nunca antes vista en Brasil y sobre todo le devolvió la esperanza a millones de brasileros, y brasileras.
¿Podrá Lula dirimir esas grandes diferencias y volver a poner a Brasil de pie como hizo entre los años 2003 y 2011?
El tiempo lo dirá….
Nicolás Ferreira Clua. Estudiante avanzado de la Licenciatura en Ciencias Sociales en Universidad de Quilmes. Trabaja en Gestión Pública Municipal. Ig: @nicolasferreiraclua
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