Una selección olvidada
Gzergorz Boleslaw Lato, aún vive, cumplió 70 años. Goleador del mundial de 1974, aquel que erigió como mejor equipo a la naranja mecánica, a Holanda, aunque el campeón fue Alemania. Lato, con 7 goles fue el máximo artillero, por la Selección de Polonia. Aunque pasaron años, y la selección del verano de 1986 era otra. Había salido tercero en el Mundial de España 1982, y se preparaba para jugar el Mundial de 1986. Perdería con Brasil, por 4-0 en Octavos de final.
Esa fue la Selección que enfrentó al River de Héctor bambino Veira, en aquella noche inolvidable de 9 goles, y que el uruguayo Enzo Francescoli, marcó el último gol con una chilena inolvidable.
El partido
Se jugó en el Estadio José María Minella en Mar del Plata, el 8 de Febrero de 1986. River jugaba con Polonia que venía de ganarle al Boca Juniors de Mario Zanabria por 1 a 0.
River, formó con; Nery Pumpido; Jorge Gordillo (Jorge Villazán 85′), Jorge Borrelli, Oscar Ruggeri y Alejandro Montenegro; Héctor Enrique, Américo Gallego y Norberto Alonso; Luis Amuchástegui (Carlos Karabín 89′), Enzo Francescoli y Roque Alfaro (Ramón Centurión 77′). Ingresaron Villazán, Karabín y Ramón Centurión. DT: Héctor Veira.
La Selección de Polonia salió con estos 11: Wandzik; Pawlak, Wojcicki, Przybys, Matysik; Urban, Baran, Buncol; Tarasiewicz, Dziekanowski (Balzik 85), Okonski. DT. Antoni Piechniczec.
El partido lo dirigió Abel Gnecco, y tuvo una lluvia de goles, de esos para mirar hasta con la novia que te dice que no le gusta el fútbol y quiere cambiar la tele. El capitán Beto, abrió el marcador, antes de que ambos equipos pisaran el vestuario. En el segundo tiempo a los 3 minutos 30, Dziekanowski con un tiro libre que besó el poste derecho de Nery Pumpido, marcó lo empató. Francescoli en una pared con Alfaro, se metió en el área por izquierda, y la toco por encima del cuerpo de Wandzik, a los 5, y a los 10 minutos empató, otra vez, Dziekanowski.
Wojcicki, el central a los 67´, y el volante por izquierda Buncol a los 72 aprovechó la salida de Pumpido, el rebote del arquero, para, desde la puerta del área anotar. Así los polacos a 20´del final se pusieron 4 a 2. Pero River se enojó, e iba a reaccionar, como sería durante todo ese año. Saldría campeón de la Copa Libertadores y la Intercontinental en Tokio.
La Hazaña
Ramón Centurión se metió en el área, y la hizo correr al Enzo, esta vez amagó de derecha, y la corrió para la zurda, desde el sector izquierdo del área metió un zurdazo alto para descontar. Faltaban tres, y Centurión cabeceó un corner de Villazán, aprovechando la mala salida del arquero polaco y empató el partido.
Como si faltara algo, minuto y medio después el árbitro cobró un foul por derecha en campo de Polonia. Como lo haría en Diciembre en la final Intercontinental el Beto Alonso jugó rápido el tiro libre y de zurda la metió larga al área. El cabezón Ruggeri, le ganó el salto al polaco, y en el punto del penal Francescoli, la mató en el pecho y la chilena histórica para colocar el 5 a 4 definitivo.
Después Pumpido, Ruggeri, y Héctor Enrique saldrían campeones del mundo en el Mundial de México. Enzo Francescoli se iría al Racing de París a mitad de año. Y por supuesto, jugaba en México el Mundial para Uruguay. El mismo Nery Pumpido y su arquero suplente aquella noche, Sergio Goycochea serían protagonistas en Italia 90. Pero ese año el River de Veira no sabría otra cosa que ganar, gustar y golear. La política alfonsinista no pegaría una en economía, ni el Plan austral, ni el Primavera en 1987, pero eso vendría después. Y que importa el después…
Imágenes: El Gráfico y Diario Olé.
Matías J. Escot. Docente de Historia . Apasionado por la historia argentina, letras y política. Escritor, divulga la historia de nuestro país en Relatos del Sur Autor del libro “Escritores en Combate 1”