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JESÚS DE NAZARET: Un estudio histórico

27 diciembre, 2022

Navidad es, además de una celebración religiosa, una buena oportunidad para repasar en algunas de las creencias que, seamos creyentes o no, moldean nuestra vida social. Los estudios sobre el Jesús histórico, mayormente difundidos en ámbitos especializados, nos dan varias pistas para indagar en los fundamentos de lo que mecánicamente se conmemora año tras año. ¿Jesús nació en Belén o en Nazaret? ¿Nació realmente un 25 de Diciembre? ¿Fue carpintero, como contó la tradición? Y, más importante aún, ¿cómo se debe interpretar su prédica en la Galilea del siglo I d.C.? ¿Fue simplemente un líder religioso, o puede ser pensado como un reformador social que propuso un modo de organización colectiva alternativo al vigente en su época? En las siguientes líneas, intentaremos responder preguntas como estas…

La vida en Galilea

Jesús nació y vivió la mayor parte de su tiempo en Galilea. ¿Qué significa esto? Que desarrolló su prédica en una región diversa y compleja, atravesada por un gran número de conflictos y tensiones: judíos y paganos, campo y ciudad, ricos y pobres, dominadores y dominados, son algunos de los elementos que hay tener en cuenta si se quiere comprender el mensaje de Jesús.

A nivel político, desde hacía ocho siglos la región venía siendo influenciada-cuando no dominada- por los imperios de turno, y fue en esta sinuosa trayectoria que aprendió a combinar las tradiciones judías con las de sus pueblos vecinos. Si bien durante los años de Jesús se encontraba bajo dominación romana, era la cultura griega la que más se hallaba difundida. A nivel geográfico, la región se encuentra al Norte de Israel y combina un terreno mayormente montañoso con fértiles valles intermedios. En el siglo I d.C., presentaba un marcado contraste entre grandes centros urbanos como Séforis y Tiberíades, y numerosos poblados pequeños y pobres, como Nazaret. Mientras que en las grandes ciudades podíamos encontrar imponentes palacios y contactos con la filosofía griega, en la mayoría de los poblados primaban las tradiciones judías y el duro trabajo en el campo.

El rostro más próximo de Jesús de Nazareth reconstruido en la actualidad por inteligencia artificial.

La acción de Jesús de Nazaret se vio atravesada por muchas de estas situaciones. Por un lado, muchas de las parábolas de Jesús reflejan las tensiones socioeconómicas que había entre el pequeño grupo de los grandes terratenientes y el numeroso de pequeños labradores. Por el otro, las grandes ciudades parecen no existir para el Nuevo Testamento; lo que, lejos de ser un dato anecdótico, parece reflejar que la de Jesús fue una prédica dedicada especialmente a campesinos, pastores y pescadores, aún cuando el gran centro urbano de Séforis quedaba a sólo 6 km de Nazaret. Por último, había también tensiones idiomáticas: si bien los galileos hablaban la lengua autóctona de Palestina, que era el arameo, lo hacían con un dialecto que era fácilmente reconocible fuera de la región (algunos recordarán que Pedro, discípulo de Jesús, es reconocido en Jerusalén, mientras su maestro estaba siendo enjuiciado, por su “acento galileo”).

En este contexto de fuertes contrastes nació y predicó Jesús. Ahora bien, la primera sorpresa con que podemos encontrarnos es que Belén, la ciudad en la que dos Evangelios ubican su nacimiento, no pertenecía a Galilea, sino a Judea… ¿Cómo entender esta aparente contradicción?

¿Betlemita o Nazareno, y carpintero o artesano?

Lo más probable es que Jesús naciera en Galilea, más precisamente en Nazaret, un pueblo periférico que no aparece nunca mencionado en todo el Antiguo Testamento (o Biblia Hebrea), ni en los textos del historiador judío más importante de la antiguedad: Flavio Josefo. En el siglo I d.C., no era más que una aldea que, alejada de las vías comerciales, se alzaba sobre una ladera en la zona montañosa de Galilea. A tal punto era Nazaret un poblado marginal, que la primera reacción de Natanael –futuro discípulo- cuando un amigo le habló de Jesús, fue exclamar: “¿Puede algo bueno salir de Nazaret?”.

Nazaret, la población marginal donde nuevos estudios marcan que nació Jesús, y no así en Belén.

La catequesis acostumbró a contar del nacimiento en Belén (tierra en la que vio la luz el Rey David y de la que, según una antigua tradición judía, saldría el salvador del pueblo). Sin embargo, la crítica moderna se inclina a creer que el nacimiento en Belén es un recurso literario con el que se ajustó el relato a esa antigua tradición. De una lectura atenta de la Biblia surge que sólo los evangelistas Mateo y Lucas lo narran de esa manera. Todo el resto del Nuevo Testamento, no sólo ignora ese dato, sino que continuamente lo llama “Jesús de Nazaret”, “el Nazareno”, o “el galileo”, indicando que ese era “su pueblo”.

Lo más probable es, pues, que Jesús haya nacido en Nazareth, entre los años 6 y  4 a.c., aunque –al día de hoy– no tenemos forma de conocer la fecha exacta. Al igual que con tantos otros personajes de la antigüedad, al hablar del Jesús histórico debemos acostumbrarnos a los datos aproximados. De hecho, el 25 de Diciembre en que hoy se celebra su nacimiento no figura en la Biblia ni en ninguna otra fuente antigua, lo cual no es extraño si pensamos que las personas que escribieron sobre él estaban más interesadas en comunicar un mensaje de fe y esperanza, que en escribir una biografía moderna basada en fechas y acontecimientos precisos.

Por poner un ejemplo, hoy sabemos que, en el proceso de redacción de los Evangelios, lo que primero se puso por escrito fueron los relatos de su muerte y resurrección, junto con una colección de dichos y frases significativas. Las narraciones sobre su nacimiento fueron los últimos en ver la luz –se calcula que en torno a los años 80 d.C.-, y según la crítica moderna, presentan lagunas, contradicciones y algunos otros problemas que hacen dudar de su historicidad. Su objetivo fue completar la historia del Mesías cuya buena nueva estaban transmitiendo, y se sirvieron de varios elementos simbólicos que fueron surgiendo de la reflexión cristiana primitiva para reforzar su mensaje.

¿Por qué, entonces, se celebra el nacimiento de Jesús el 25 de Diciembre? Probablemente se deba a que los primeros cristianos adoptaron una festividad del imperio romano, como forma de introducir el mensaje cristiano a través de una fiesta popularmente reconocida y celebrada. Del 22 al 25 de diciembre, los romanos festejaban al “sol invicto” que vencía a las tinieblas (en términos modernos, el solsticio de invierno). En vez de introducir una nueva fiesta en el calendario, y combatir una creencia popularmente difundida, las comunidades cristianas resignificaron la existente: Jesús era ahora la luz del mundo que, cual sol invicto, vencía la oscuridad de las tinieblas.

Al igual que su nacimiento, su infancia también es esquiva a la historia. Algunos de los datos que los historiadores reconocen como confiables son que nació de una joven llamada María y que, al igual que su padre José, fue un artesano. Es esa, y no “carpintero”, la traducción más adecuada a la palabra griega “tektón” con la que los evangelios nos señalan su oficio. Otro dato por el que se inclinan muchos autores es que efectivamente tuvo hermanos: Santiago, José, Judas y Simón, así como “hermanas” de las que el evangelio no indica su nombre. Así, indagaremos más sobre el personaje histórico de Jesucristo, respetando a los creyentes, ya que, vale la pena comprender en que creemos. Continuaremos entonces en la próxima entrega.

Lee la segunda parte sobre la historia de Jesús de Nazaret

Lautaro Foppiano. Docente de Historia. Estudiante avanzado de la Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de Quilmes. Además fue becario de dicha universidad. Fana de la música y The Beatles en particular.

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