Mientras el actual mandatario exigió realizar reformas en la Quinta de Olivos, para sus «hijos de cuatro patas», así los denomina a sus cuatro perros Javier Milei, off de record se cuenta que desde su círculo político le advirtieron que si seguía sin habitar la Quinta, la residencia en Olivos, podía perderse y ser devuelta a sus actuales herederos. Por eso en las últimas 48 hs, surgió el apuro del Presidente por habitarla.
La Historia
La Quinta actual de Olivos era una propiedad que Miguel de Ázcuenaga, aquel de la primera Junta de gobierno donó a su hijo, a su muerte en 1833. Miguel hijo hizo grandes refacciones y por sucesión llegó a manos de Antonio Villate y Olaguer quien como no tuvo hijos la cedió a su sobrino, Carlos Villate de Olaguer.
Carlos, soltero y sin hijos quiso honrar la tradición de su familia distinguida y en 1903 realizó el legado de la casa al «superior Gobierno de la Nación Argentina», dice el texto original, pero la condición es que no fuera deshabitada por más de treinta días continuos.
Es así que el Presidente actual Javier Milei está obligado a vivir en ella, sino la Quinta debería volver a pertenecer a sus actuales herederos. La residencia se encuentra ubicada en Olivos, en el Partido de Vicente López, Avenida Maipú, entre Villate Malaver(como familia aristocrática los Villate, tienen su calle), y Av. del Libertador.
El primer presidente que ocupó la Quinta, fue en 1918 el radical Hipólito Yrigoyen, aunque ni Marcelo de T. de Alvear, ni en su segunda presidencia Don Hipólito la habitaron asiduamente. Sí lo hizo junto a su familia el Presidente de facto, José Félix Uriburu, y fue Juan Domingo Perón el que la habitó y modernizó. El propio Perón fue el único Presidente que murió en la residencia, aquel 1 de julio de 1974.
Finalmente Milei, residirá en Olivos, queda por verse que hará la primera dama, Fátima Florez, y si Karina, la hermana del Presidente habitará o no la residencia.
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