En una medida muy sui generis, de su género, fiel a un estilo disruptivo, pero que se lleva a las patadas con los intereses nacionales, el gobierno de la Libertad Avanza la semana pasada anunciado por el vocero oficial Manuel Adorni abrir las importaciones de alimentos para disciplinar a los proveedores locales. Más bien contener los aumentos de los productos de la canasta básica.
La medida está acompañada de suspender por 120 días a los importadores el impuesto a las ganancias, y el IVA. Hay una larga lista de 22 páginas con los productos de la canasta básica quedarán exentos de pagar impuestos a la importación. Bananas de Ecuador, Cerdos y pan de Brasil, Cacao, y verduras, vengan de otras latitudes.
Es llamativa la medida cuya autor intelectual es Luis Caputo teniendo en cuenta que este, la Argentina es un país productor de alimentos. Podría comenzarse a indagar en costos, y la cadena de comercialización, o incluso reducir el IVA, para comenzar a intervenir en el problema de los precios. También el fenómeno del aumento del combustible acelera los precios y echa leña al fuego a la inflación.
Para cerra la nota con más extrañeza, la Argentina productora de trigo, uno de su principales compradores además de China es Brasil. Inexplicablemente el país importará pan brasilero, sí pan desde San Pablo. Por otra parte la multinacional mexicana Bimbo-Fargo, se aprovechó del DNU 70/2023 y la caída de la ley antimonopólica para asestar una aumento sideral; el pan lactal costaba en noviembre $ 804, y mientras sucede esta nota casi $ 2100. La cadena mexicana monopoliza el 80% de mercado. ¿Qué pasará con los productores rurales locales cuando ingresen alimentos del exterior?, nos permitimos preguntar.
Fuente: Alejandro Bercovich, DiarioAr.com
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