Argentinos Juniors, que fuera llamado con toda justicia El Semillero del Mundo, acaba de cumplir 116 años de vida.
¿Son ideas de este escriba o Argentinos es de los clubes que mejor cae en quienes somos hinchas de otro equipo?
Algunas razones que pueden explicarlo:
El Bicho de la Paternal fue resistencia ética y estética cuando el ganar como sea y el todo vale se apoderó del fútbol argentino. En plena década del 80, cuando una idea -para mi gusto- siniestra para el fútbol, el deporte y la Argentina en general impuso su oscura propuesta, Argentinos continuaba imperturbable dándole al Mundo Borghis y Redondos y seguía poniendo la pelota contra el piso y cuidándola como un tesoro.
En lo personal, le debo al Bicho algunos grandes momentos. El mejor partido que vi en mi vida fue un Independiente – Argentinos por la Copa del 85. Qué manera de jugar esos dos equipos… El penal que atajó Vidallé en «las postrimerías del encuentro», diría un viejo relator, le valió la clasificación a la final que luego ganarían. También la final Intercontinental de ese mismo año con la Juve o el 4-5 con el River de Héctor «bambino» Veira.
La deuda con Argentinos crece si reparamos en que le ofreció al planeta futbolero, además de los mencionados Borghi y Redondo, a Riquelme, Cáceres, Checho Batista, Cuchu Cambiasso y tantos otros.
Y, por supuesto, a Diego. El mundo entero está en deuda con Argentinos por Diego. Un día de fines de la década del 60 la historia del siglo XX cambió para siempre. Un pibito morocho, atorrante, zurdo, llamado Diego Armando Maradona llegó a La Paternal. En un club de barrio empezaba a tomar forma un símbolo de la cultura de fin de milenio. Un ícono pop. Un mito. Eso es, también, Argentinos Juniors.
¿Cuál es el criterio de grandeza? ¿La cantidad de títulos? ¿La cantidad de hinchas? ¿El poder económico? ¿Las camisetas que vende? ¿Por qué no puede ser también un criterio para llamarte grande lo que le ofreciste al universo futbolero?
Argentinos, casi siempre en sus jóvenes 116 años, pregonó un fútbol ganador basado en una cuestión clave: el respeto. A la propia identidad y, precisamente por eso, el respeto a los rivales. Argentinos juega desde hace décadas el mismo juego, con los matices del caso, que hoy deslumbra en las ligas europeas. Porque, a no engañarse, ese estilo que llevó al Barcelona a la cima y a tantos otros a imitarlo luego es el mismo del viejo y glorioso fútbol argentino. Estirpe futbolera de la que el Bicho de La Paternal es abanderado.
El sueño de una muchachada militante, socialista, comprometida con las causas populares, que se atrevió a cuestionar el mandato falsamente intelectual que condenaba al fútbol por ser distractivo de las masas y encaró el sueño de fundar un club para poder jugar allá por 1904, hoy sigue vivo, pujante y en crecimiento.
Salud, Asociación Atlética Argentinos Juniors!
Diego Joy. Comentarista de Fútbol. Canal Web La Patria Futbolera. https://bit.ly/3RAwT5y Buen lector de historia, y filosofía. Hincha de Independiente.