«LA DEUDA ESE CALDO FINANCIERO QUE COCINAN A FUEGO LENTO LOS INGLESES», la frase salió de una lengua popular y fue escrita, posteriormente por un gran hombre del pensamiento nacional, Raúl Scalabrini Ortiz. Está en un libro que se publicó en tiempos de guerra europea, y cuando en la Argentina, el pueblo y los trabajadores buscaban un político que representara sus intereses. En 1940 fue editado Política Británica en el Río de la Plata. En términos políticos adhirió al peronismo y luego al frondicismo. En 1935 participó junto con Arturo Jauretche y Luis Dellepiane del grupo político, una ala combativa de la UCR, la Fuerza de Orientación Radical de la Jóven Argentina. (FORJA).
Un nacionalista mínimo
Comencemos por el principio Raúl Angel Toribio Scalabrini Ortiz había nacido en Corrientes, un 14 de Febrero de 1898, era hijo de un italiano entusiasta, que estudiaba una mezcla de botánica, zoología, y mineralogía,-hoy lo llamaríamos Ciencias Naturales-; Pedro Scalabrini. Terminó dirigiendo el museo de la ciudad de Paraná. Ernestina Ortiz, era su madre, oriunda de Entre Ríos, proveniente de una familia de vascos. Raúl, terminado sus estudios secundarios, viajó a Buenos Aires, para estudiar Ingeniería, por las tardes comenzó a acercarse a un círculo de intelectuales, entre los que se encontraba el escritor Macedonio Fernández.- Un personaje porteño-.
Interesado por la política y la economía de su país, fue hijo de tiempos violentos, la primera guerra en su juventud, y en su madurez el crack económico financiero de la bolsa de Wall Street, el surgimiento de los nacionalismos violentos y autoritarios- nazismo y fascismo-, lo atravesaron. Pero, fundamentalmente fue un pensador de la dominación que sufría la Argentina, explicarla, detallarla fue parte de su trabajo, a modo de recorrido histórico, eso hace en su libro, Política Británica. El auge del nacionalismo surgió en la Argentina en la década del 30´, infame en términos políticos por el fraude electoral y la corrupción. Scalabrini, definió su nacionalismo, para despegarse de lo autoritario que resultaba, el nacionalismo alemán e italiano, como un nacionalismo mínimo, de sentimiento por su patria, y defensa de los intereses locales, ante el imperialismo.
¿Qué era la economía, para este ingeniero agrónomo?, «La economía es un método de auscultación de los pueblos», es decir observando la economía de un país, podíamos comprender como estaba, como vivía el pueblo, ya que la economía contaba sobre las cosas materiales de la sociedad humana, decía Scalabrini.
La Timba financiera de ayer y de hoy
El trabajo explicará la deuda externa, comenzando por aquel empréstito realizado por la Baring Brothers inglesa en tiempos de Bernardino Rivadavia en 1824, para comprender que esta deuda, es la madre de los problemas nacionales. Pero, ¿Cuál es la operatoria que denuncia Scalabrini, en este caso de los ingleses?. La Deuda no era una relación meramente comercial, era una arma de dominación, cuyo único resultado visible era que el empréstito detenía el desarrollo del país, del pueblo. La ingeniería financiera estaba armada para que Argentina respondiera no con el dinero constante y sonante, sino con sus bienes, su renta, sus tierras y puertos, resignando sus vías comerciales marítimas a intermediarios ingleses.
Además la emisión de deuda se colocaba en bancos londinenses, cuya colocación la hacían agentes intermediarios que cobraban comisiones- en este 2022 sucede idéntico, solamente cambie Londres por Wall Street, y agentes principalmente norteamericanos-. Un negocio brillante para los ingleses, mientras Argentina hipotecaba su patrimonio nacional- parte de esto eran tierras públicas, hipotecadas mediante la Ley de enfiteusis-, recibía de parte de Inglaterra como pago «papelitos» dice Scalabrini, es decir bonos y letras.
Finalmente, aclara en este capítulo que comienza en la página 64, Historia del primer empréstito, que como si fuese poco, las libras esterlinas constantes y sonantes, que llegaron a estas tierras, no fueron utilizadas para mejorar el puerto y las obras de infraestructura, que fue el argumento esgrimido por la burguesía comercial porteña, pro- deuda externa. Gregorio Las Heras y un secretario del propio Rivadavia, Manuel José García, –quien siempre negoció en contra de los intereses del incipiente país-, decidieron prestar aquellas libras a capitalistas industriosos, por supuesto en su mayoría ingleses, que llegaban a colocarlos en otros bancos foráneos a un 6 o 7% anual. Es decir que Las Heras, García, Rivadavia y Cía, utilizaban el préstamo para engordar al capital británico-. El nombre de este accionar, es conocido en la historia económica argentina moderna, 1976 a la fecha; Timba financiera. El préstamo, en definitiva no era para los argentinos, y argentinas de aquel entonces, sino para el capital británico, y sus socios locales.
Vale la pena recordar a Scalabrini Ortiz, a 124 años de su nacimiento, al nacionalista que dijo, que determinados momentos, «Los hombres probos y los patriotas desaparecen de los escenarios públicos misteriosamente. Los venales y los dóciles los sustituyen».
Matías J. Escot. Docente de Historia . Apasionado por la historia argentina, literatura y política. Columnista Revista Kranear. Autor del libro Escritores en Combate 1.