La pelota naranja y el capitán beto

Un campeón holgado

River había salido campeón un par de fechas antes, contra el lobo, dando la vuelta con Gimnasia y Esgrima de la Plata. 36 partidos jugados, 23 ganados y 74 goles a favor los números del millonario. El torneo había comenzado en julio de 1985, y culminó en la cancha de Boca. Última fecha y superclásico, en la bombonera en abril de 1986, meses antes del campeonato del mundo que consagraba a Maradona, como el mejor jugador de todos los tiempos.

Jugaron esa temporada 85-86, 19 equipos, River campeón con 56, les sacó 15 puntos al quinto que era Boca Juniors, y 10 a los segundos, Deportivo Español y Argentinos Juniors. Además tuvo al goleador del campeonato, Enzo Francescoli con 25 tantos, seguido por Walter Perazzo, de San Lorenzo con 19, y Franco Navarro de Independiente con 18. Por su parte Claudio Morresi había hecho 16 goles. Es decir que entre ambos- Francescoli, Morresi– sumaban 41 goles para River Plate. En la semana previa, alguien que siempre pensó en divertirse desde el puesto más dramático del fútbol, Hugo Orlando Gatti, le pidió a la marca de las tres tiras, una pelota naranja. La había visto en un local de Adidas, y en las horas previas se le plantó al árbitro Francisco Lamolina, adujo que la cantidad de papelitos camuflaban la tango blanca. Después de inisitir en la previa, el árbitro cedió.

Así el primer tiempo, de aquel superclásico, sería histórico por jugarse con una pelota naranja. Ese día el local salió a la cancha con, Hugo Gatti; Claudio Di Natale, Jorge Higuaín, Roberto Passucci, Enrique Hrabina; Milton Melgar, Julio Olarticoechea; Guillermo Hoyos; Alfredo Graciani, Jorge Rinaldi y Carlos Tapia. Los dirigía Mario Zanabria. Por su parte el equipo millonario, formó con Nery Pumpido; Eduardo Saporiti, Oscar Ruggeri, Carlos Karabin, Alejandro Montenegro; Héctor Enrique, Américo Galledo, Roque Alfaro; Norberto Alonso; Claudio Morresi y Luis Amuchástegui. Bajo las órdenes de Hector Veira.

Deconstruyendo el mito

Ayer colectivero, dice el tercer verso de la primera estrofa, y luego en la tercera estrofa cuenta: Ahí va el Capitán Beto por el espacio/ La foto de Carlitos sobre el comando/Y un banderín de River Plate/ Y la triste estampita de un santo. La canción fue asociada al 10 de River , Norberto Beto Alonso, y además era una de los temas preferidos, del conductor Juan Alberto Badía. La canción es de bastante antes, de la banda Invisible, que formó Spinetta. Y está grabada en el album el Jardín de los presentes en 1976. Sí River había salido campeón en 1975 tras 18 años, y el Beto Alonso era parte del plantel.

Spinetta era fana de River como Badía, pero el tema hace referencia a un chofer, que en el surrealismo spinetteano se hace un cosmonauta. Una estampita y un banderín, son dos posibles objetos que acompañan a cualquier colectivero, en este caso el banderín de River Plate. Un chofer de la línea 39, que pasa por Palermo. Aunque el músico Machi Rufino, dijo que Beto, era en homenaje a un amigo del barrio que falleció en un accidente. Se cruzó así un colectivero anónimo con la historia del bajista Rufino, el amigo del barrio, fallecido.Fue el mismo Luis Alberto Spinetta, quien le aclaró al Beto Alonso, en persona que no compuso por él, esta canción.

Corría la media hora del primer tiempo cuando un centro de Roque Raúl Alfaro para que Norberto Alonso, de cabeza, abriera el marcador. El segundo, ya con pelota blanca, fue producto de un tiro libre que se desvió en la barrera y descolocó a Hugo Gatti. River triunfó 2 a 0 y dió la vuelta olímpica en cancha de Boca. Queda para la historia el gol de cabeza del beto Alonso con pelota naranja. Después los jugadores de River brindaron en la concentración. Merecidamente, los millonarios conseguían el título, y festejaban ante el rival de toda la vida.