ENTRE GATOS Y POESÍAS
Pablo debe ser el más grande poeta de su generación, pero nadie lo sabe, o al menos somos
pocos quienes lo sabemos.
Le debo haber mandado solicitud de amistad por Facebook allá por el 2017. Llegué a él vaya uno a saber cómo. Pero casi de inmediato se transformó en un contacto conocido, en un nombre y apellido casi sin rostro. Me gustaban sus poesías de versos cortos pero contundentes. Me sorprendía su obstinación por meter gatos en los textos, por su peronismo exacerbado, por su gallinismo absoluto que le ganaba el corazón. Y encima, el tipo es músico, tiene una banda muy interesante y le gusta la misma música que a mí. Era cuestión de tiempo que nos hiciéramos amigos.
Un día, de la nada, se puso en contacto conmigo y me alcanzó su libro. Me mandó mensaje por messenger y me contó de su libro de poemas Canciones De Cuna Para Gatos de Techo: «Me gustaría que lo leas», me escribió. Así que una buena tarde de invierno nos conocimos, y en tan sólo pocos minutos, los dos parados sobre una vereda en Almagro, pegamos buena onda. Entre las palabras que nos intercambiamos me dijo que le gustaban las cosas que yo escribía sobre mis hijos.
Así empezó nuestra amistad. Aquél libro lo adoptó mi hijo casi como su objeto transicional. Santino tiene autismo y por aquella época tenía nueve años. Llevaba ese libro a todos lados y lo leía donde fuera: en el tren, en la calle. Una vez lo hizo en la Plaza de Mayo, lugar desde donde le mandé una foto a Pablo, quien lo bautizó como su lector favorito. Santi tanto amaba a ese libro que hasta se lo llevaba a cagar, que para mí ése es el verdadero éxito de una obra literaria.
Un tiempo más tarde difícil de calcular, Pablo me invitó a leer mis poesías. Esa noche, en el Centro Cultural Cooke, me presentó así, bien a su manera:
«Ahora va a leer unas poesías mi amigo Charly Longarini, que viene desde el oeste, y que es un poeta de la concha de su madre». Mas allá de lo exagerado de esa presentación, lo gracioso del asunto es que esa noche, ahí junto a mí, estaba mi vieja. Y nos cagamos de risa todos.
Pablo sacó hace unos meses un libro nuevo, «Vos, Al Revés» de editorial @griseldagarciaeditora . Estos textos están atravesados por el dolor, por la espera, por la lucha de clases, por la resistencia a la soledad, por el peronismo del bien y por gatos que remolonean entre la ciudad y el campo.
Lean los 51 poemas que integran este libro hermoso. Es un viaje alucinante que, por supuesto,
recomiendo.
Pablo es Kurt Cobain besándose la camiseta a lo Pelado Almeyda en territorio enemigo.
Entre todos sus aciertos, además de ser tal vez el más grande poeta de su generación, Pablo se autodefinió de una manera más que original y precisa, él es peronista de Eddie Vedder.
