Terminé de leer mi primer libro en cuarentena a fines de mayo del año pasado. Lo cerré con el entusiasmo de saber que era el primero de muchos, estaba convencido que el aislamiento me iba a permitir leer mucho mas de lo que venía haciendo. Fui un iluso. No fueron muchos los libros leídos durante el 2020, pero valieron la pena cada uno de ellos.
El Negro Corazón del Crimen, es como alude su título, un policial. El autor es Marcelo Figueras, periodista y escritor, que seguramente lo tienen por haber escrito la novela Kamchatka. También se lo conoce porque fue, durante el 2019, quién acompañó a Cristina Kirchner durante la presentación del libro Sinceramente. Y si con eso acaso no alcanzara, basta con decir que Figueras fue el interlocutor del Indio Solari durante una serie de entrevistas que derivaron en el libro de carácter autobiográfico del rockstar en Recuerdos que Mienten un Poco. También, y como si fuera poco, es el conductor del programa radial de culto “Big Bang”.
En El Negro Corazón del Crimen Rodolfo Walsh es Erre, un escritor de policiales, al que alguien en un bar le tira un dato: «hay un fusilado que vive«. Y de ahí en más, Erre se calza el traje de detective para investigar los hechos que se cuentan en Operación Masacre, es decir, los fusilamientos en los basurales de José León Suárez en 1956.
Acá Rodolfo Walsh escapa un poco al mito y es un personaje más humano. Es de carne y no de bronce. Él empieza como un escritor amateur y somos testigos de su progreso. A pesar del contexto por donde se mueve Erre, éste se permite una historia de amor con su socia en esta aventura, Enriqueta Muñiz. De quien, dicho sea de paso, descubrí su rol fundamental en la investigación y la escritura del clásico de no ficción, durante esta novela. En el año 2019 se publicaron sus borradores y registro para Operación Masacre, pero esa será otra historia para otro viernes.
El Negro Corazón del Crimen es por momentos un policial británico de detectives, luego deviene en un policial norteamericano hard boiled y todo deriva en un policial argentino, de esos en los que nunca se hace justicia.
Con un pulso narrativo impresionante se pueden recorrer las 400 páginas que lleva esta historia con muchísima facilidad y emoción.
Este libro me dejó una imagen más completa de Rodolfo Walsh, una imagen que lo hace aún más trascendente de lo que ya es.
Les recomiendo efusivamente esta especie de «detrás de escena» de Operación Masacre. Ojalá algún día derive en una película, o como pasa hoy en día, a lo mejor a alguien se le ocurre hacer una serie. Por las dudas, cruzo los dedos.
Charly Longarini
Periodista, y lector voraz. Escribe para La Patria Futbolera. Estudia Profesorado Universitario de Letras. Universidad Nacional de Hurlingham. Columnista en Viaje al Fin de la Noche. Fm WEN. 93.9. Cinéfilo.