Saltar al contenido

ANA MARÍA SHUA: La ideóloga de los Viernes Salvajes

29 octubre, 2022

Hacia Viernes Salvajes

Allá por el 2017 asistí a mi primer taller literario. Fui un día al Centro Cultural Piana, del que me habían contado de su variada oferta en materia de talleres. Me anoté en el de Microrrelato, que iba los viernes (a lo mejor ahí empezaron estos viernes salvajes) y estaba a cargo de Santiago Ambao.

No tenía idea de lo que era el microrrelato, ni siquiera sabía que se trataba de un género por el que grandes plumas habian pasado. Imaginaba que eso, es decir narrativa muy breve, no se distanciaba mucho de lo que yo venía publicando en mis redes. Ahí descubrí dos grandes cosas: el oficio de la escritura y el microrelato.

Y por consiguiente llegué a Ana Maria Shua, la reina del microrrelato, título de nobleza literaria que le han adjudicado en España. Lo único que sabía de Shua hasta ese momento era que había escrito algunos cuentos de terror para chicos. Recuerdo haber visto en una librería de Munro su libro de cuentos La Fábrica de Terror. No sólo me sorprendió que existiera este género de cosecha nacional sino que en la solapa decía que la autora había ganado su primer premio literario a los 15 años. Eso me sorprendió, porque yo tenía la misma edad y aún no había escrito nada decente. Bueno, como hasta ahora, digamos.

Cuando empecé a recorrer su obra de microficcion quedé fascinado por lo breve pero sobre todo por lo complejo. Es que el microrelato, depende del lector aún más que en cualquier otro género narrativo. Porque la información es escueta, y se termina de completar en la cabeza de quien lo lee. Dice Shua que al terminar de leer un microcuento, uno debe esperar unos segundos hasta que la ficha caiga, hasta que la historia termine de encajar en la cabeza del lector. Y que es conveniente no leer uno detrás de otro porque se pierde el efecto.

Cuenta esta autora porteña, que cuando le preguntan cuál es el libro de su propia producción que más quiere, ella siempre responde que «La Sueñera», su primer libro de microrrelatos. Porque dice que fue la obra que escribió con mayor libertad. Los microtextos que la integran no llevan título porque para ese entonces no se le había ocurrido la loca idea que algún día sus escritos integraran antologías.

No solo escribió microrelatos. También incursionó en la novela, escribió siete de ellas. La última, Hija, cuenta la historia de una madre que descubre que su hija es una mala persona. Su primer libro publicado fue de poesía, El sol y yo, que se financió con el premio que ganó a los quince años, el nada más y nada menos que el premio Estímulo del Fondo Nacional de las Artes. También publicó cuentos y ensayos.

Ana Maria Shua es asiduamente invitada a las escuelas a dar charlas o a recibir preguntas de los estudiantes que han trabajado su obra en clase. Las preguntas a menudo se repiten pero cada tanto surge alguna interesante que no puede contestar con certeza y eso la sorprende.

Siempre dijo que no es de las autoras que tienen ideas por doquier, esas que las ideas parecen perseguirlas. Más bien siempre se consideró una trabajadora de la inspiración. El haber trabajado en el rubro de la publicidad durante años le dio herramientas suficientes para buscar que la «musa» aparezca aunque se esconda.

En el año 2019 publicó su último libro de microrrelatos llamado La Guerra. Dos años antes se publicó por Editorial Emecé sus microrrelatos reunidos llamado Todos los universos posibles, obra que recomiendo fervientemente; tanto la de Shua como la de estos relatos mínimos pero contundentes.

Hay un viejo refrán que dice «lo bueno si breve, dos veces bueno». Bueno, de eso se trata un poco este género maravilloso.


Charly Longarini

Periodista, y lector voraz. Escribe para La Patria Futbolera. Estudia Letras en la Universidad Nacional de Hurlingham. Cinéfilo. Seguilo en sus redes.