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Somos los piratas

15 junio, 2020

«Thatcher, como muchos de los políticos de la derecha británica, admiraba a Pinochet y su régimen. Había un gran respeto por su política económica, la gente de la derecha había sido muy crítica del rol de los sindicatos en la política  y se mostraron en favor de cómo los sindicatos se retrajeron en el Chile de Pinochet y, en general, toda la política neoliberal fue muy admirada en Gran Bretaña» (Entrevista a la periodista Grace Livingstone, Diario UChile, 23-5-20).

I

De aquel gran escritor y periodista uruguayo, Eduardo Galeano, tomamos el legado de hacer historia con el objetivo de no justificar a los imperios, de que existe una historia de los vencidos. Y en esto de las Malvinas, nuestros soldados fueron heroicamente vencidos. Nuestros héroes de carne y hueso, hundidos en el glacial terreno isleño, en aquella batalla que se dió dignamente en el mar atlántico sur.

En 1965 la ONU emitió un dictamen que los Kelpers eran ciudadanos de un territorio colonial, por lo tanto no podía considerarse el principio de autodeterminación de los pueblos. Esto obligaba a Inglaterra a sentarse a negociar junto con la Argentina su posición sobre las Islas. El tiempo pasó, y los británicos nunca desistieron de su inflexible posición aún, cuando el gobierno de Carlos Saúl Menem, entabló una vía de negociación amable con el canciller Guido Di Tella, que regalaba en Diciembre de cada año, en aquella década de 1990, ositos Winie Po.

Sorpresa para los británicos. Ataque argentino en el desembarco de Bahía Agradable, fue un 8 de Junio de 1982.

II

El 2 de Mayo de 1982 la marina Inglesa, en el contexto de la guerra, iniciada el 2 de Abril de aquel año, hundió el Crucero ARA General Belgrano, en la zona de exclusión. Una zona de 200 millas, medida desde el centro de las islas a la redonda, que quedaba exenta de acciones de combate. Había sido propuesta por los mismos ingleses. La primera ministra Margaret Thatcher se reunió aquella mañana con su gabinete y después de una larga negociación le ordenó al Almirante John Woodbard que atacara al Crucero, conociendo que navegaba en zona de exclusión. Un auténtico crimen de guerra, perpetrado por la corona británica. De esta manera, murieron 312 personas de 1070 tripulantes. En Punta Arenas(Chile), Inglaterra tenía una base, que operaba con impunidad. El Ministro de Defensa trasandino Washington Carrasco Fernández, brindaba información de primera mano. Meses después del conflicto fue reconocido como Caballero de la Corona, por Thatcher.

A cambio Inglaterra se comprometió a retirar las mociones por violación de los derechos humanos que con creces, realizaba la brutal dictadura de Augusto Pinochet.

La «dama de hierro», Thatcher y el general chileno, Augusto Pinochet acusado de crímenes de lesa humanidad, socios por conveniencia en la causa Malvinas.

III

Ya en los últimos días de combate, nuestros soldados no se rendían. El 8 de Junio aviones argentinos lograron sorprender a la marina inglesa en el desembarco en la Isla Soledad, (Bahía Agradable), provocándole significativas pérdidas. La infantería nacional, es decir nuestros humildes soldados, tiraron hasta que se acabaron las municiones en la fría tarde del 12 de Junio, en Puerto Stanley, para nosotros Puerto Argentinocombatieron hasta el final, hasta acabar municiones. Hasta que no pudieron continuara los disparos, recién ahí se rindieron.

Ayer 14 de Junio se cumplieron 38 años que el general inglés Jeremy Moore Luciano Benjamín Menéndez se estrechaban la mano y culminaban una guerra, manipulada, y mal calculada por la dictadura argentina, pero justa en su causa; cuyo reclamo diplomático lleva décadas y es omitido por Inglaterra hasta la actualidad. Finalmente el 2 de julio del 2000, familiares de los soldados caídos denunciaron a la primera ministra inglesa Thatcher, por hundir nuestro crucero. ¿Dónde sucedió esto? En el Tribunal Internacional de Derechos humanos de Estrasburgo, -Francia- acusándola de homicidio calificado. A fin de mes, de aquel año 2000 causó sorpresa que el tribunal rechazó la acusación. Vergonzoso fallo, que marcaba que pertenecer -a la corona inglesa- tenía y tiene sus privilegios.


Matías J. Escot. Docente de Historia . Apasionado por la historia argentina, literatura y política. Columnista Revista Kranear. Autor del libro Escritores en Combate 1.