El segundo ingeniero en convertirse en Presidente de la Nación -el primero había sido Agustín Pedro Justo, militar conservador de la década del 30´-Mauricio Macri, escribió en su cuenta de twitter para reaparecer en el escenario político. Eligiendo una foto vieja, impropia, pensando en la época del año- parece tomada en primavera-verano-, y no teniendo en cuenta el distanciamiento por la cuarentena, expresó su charla con Elisa Carrió. Dijo el ex-mandatario: «Estuve hablando largo y tendido con Lilita, con el afecto y el cariño de siempre. Hablamos del momento que vive nuestro país y compartimos nuestra preocupación por los atropellos institucionales que estamos viendo».
La declaración no deja de hacer mella si pensamos que un hombre de su espacio Horacio Rodríguez Larreta, ha tenido una posición dialoguista con el oficialismo. Podríamos preguntarnos, porque el Intendente de la Capital no expresa disconformidad contra un gobierno nacional que violenta las instituciones, según Macri. Además, alega en su cuenta de twitter que le expresó a Carrió la necesidad de consolidar y ampliar Juntos por el Cambio, para los argentinos que compartan sus valores.
«Le expresé que ninguna pandemia era excusa para suspender la República», dijo la chaqueña Elisa Carrió, continuando la línea del ex-presidente. Por su parte la ex-ministro de seguridad, la porteña de 64 años Patricia Bullrich, férrea opositora a la extensión de la cuarentena, había declarado que la intervención del gobierno a la cerealera Vicentín era «un abuso de poder» de parte del gobierno nacional. Así parecería que Mauricio Macri, retorna con un discurso duro, menos moderado que el grupo de Rodríguez Larreta, Diego Santilli, y hasta María Eugenia Vidal. (El macrismo puro le exige al gobierno flexibilizar la cuarentena, lo acusa de no sesionar en el parlamento, y toma el caso Vicentín como un ejemplo del autoritarismo kirchnerista, con el peligro de gobernar bajo DNU, y que existan más expropiaciones).
En cambio la ex-gobernadora con su discurso de «hay que refundar el Pro», parece distinguirse de la línea macrista. Una disputa entre un núcleo duro y otro moderado, más negociador, como dos líneas dentro del partido opositor que comienzan a pujar por un lugar protagónico. Si hay que refundar el partido, debe existir una renovación, y tal vez no haya lugar para la polarización que parece proponer Carrió, y Bullrich.
«Tuve una larga y linda charla con @mauriciomacri, fue con mucho respeto, sinceridad y el afecto de siempre. Compartimos nuestra visión sobre el difícil momento que atraviesa nuestro país…», aclaró Carrió. El tiempo dirá de acuerdo al contexto, cuál será el discurso conveniente de la oposición para enfrentar al oficialismo. Lo que es cierto que Juntos por el Cambio, no será posible sin una renovación de caras y de propuestas si es que quiere, renovar expectativas de cara a sus votantes.
La investigación por espionaje ilegal, y los turbios manejos del Banco Nación con el grupo Vicentín- aportante de la campaña a la presidencia de Macri, y al partido del PRO (27 millones de pesos), son cuestiones preocupantes para el ex-presidente si es que desea ser líder del espacio opositor. ¿Renovarse o perseverar con los mismos actores?. ¿Que hará Mauricio Macri?.En ese dilema estará el Juntos por el Cambio en esta etapa que se inicia.
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