Luciano de Cecco nació en Santa Fe, tiene 36 años y juega de armador, actualmente en la serie A de Italia, en el Modena, comenzó su carrera en 2005 en Azul Voley, y obtuvo con la selección la medalla de bronce en Tokyo 2020. Además participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y Río de Janeiro 2016. Además en aquel Juego Olímpico de 2020 fue elegido el mejor armador del torneo.
En declaraciones al programa Rumbo a París, TyC Sports, en el programa de Gonzalo Bonadeo tuvo una visión crítica acerca de lasituación que están atravesando algunos deportes y lo que sucede en el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CENARD). “Yo personalmente, como muchos de mis compañeros, invertimos de nuestra propia plata para venir a jugar a la selección”.
“Invertimos en el día a día millones y millones de pesos cada uno para representar a la selección argentina”. Según el jugador el manager de la selección, junto al Enard (Ente Nacional de Alto rendimiento deportivo), y algunos sponsors permiten que, «nosotros podamos competir, que podamos estar a buen nivel y poder viajar”.
“Pero bueno, el día a día en Buenos Aires, como ustedes sabrán, es muy complicado para todos los deportes. El Cenard está en una, diría, debacle importante, pero bueno, el Cenard es el corazón de todos los deportistas y nosotros entrenamos ahí, es nuestro lugar, y bancamos las buenas y las malas”, dijo el medallista olímpico, y el volleybolista con más años en la selección nacional.
«Bancándola» repite, y agrega, «es nuestro espacio, y mientras lo tengamos, porque en realidad otro lugar no tenemos, vamos a entrenar ahí, con frío, con calor, sin agua caliente y con todas las que tenemos». «Obviamente hoy son más malas que buenas, pero hay que seguir» asegura el armador.
El jugador además destaca la pasión por la camiseta, «Hoy estamos por la selección, la selección para nosotros es lo mejor y lo más grande que tenemos. Vamos a tratar de hacer lo posible, dentro de nuestras posibilidades, para dejarla siempre ahí arriba”, sintetizó.
“Cuando termine este ciclo, el año que viene, seguramente nos volveremos a hablar y ojalá que cambie para mejor, pero hoy no lo sabemos, y va a ser siempre un signo interrogativo, no solo para el voley, sino para todo el deporte argentino”
Fuente: Somos Télam
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