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«Los acreedores quieren que la Argentina pague más, y hay muchos intereses en juego»

17 abril, 2020

«Argentina empezaría a pagar en el 2023». estas son las palabras que usó el ministro de Economía Martín Guzmán, en la tarde del jueves 16 de abril, anunciando la propuesta argentina a los bonistas en el marco del pago de la deuda externa. La conferencia de prensa se realizó en Olivos y contó con la presencia del Presidente Alberto Fernández, y la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Es necesario aclarar que una parte de la deuda, corresponde al FMI (Fondo Monetario Internacional), y que existen otros acreedores que son los bonistas internacionales. Ambas, forman la deuda externa total que asciendía a mediados del 2019, a 311.000 millones de dólares, esto representa un 90% del PBI. Es este peso sobre el Producto Bruto argentino, que impulsó al FMI a declarar insostenible el pago de la deuda a los bonistas.

«Hay consenso en el hecho de que hoy Argentina no puede pagar nada, no solo hoy sino que durante ciertos años no puede pagar nada. Hay consenso en que tiene que haber una reducción fuerte de la carga de deuda…» Explicó el Ministro de manera serena, pero clara y contundente. valdría preguntarse que sucedió con la deuda externa, en los últimos años.

Deuda modelo, 2015-2019

Sin irnos tan hacia atrás, entre Marzo de 2016, y Marzo de 2018, la deuda se incrementó, de 65.500 millones de dólares a 141.000, durante el gobierno que presidió Mauricio Macri. En el 2006, durante el gobierno de Nestor Kirchner, y luego en el 2010, bajo la presidencia de Cristina Fernández, la Argentina había cancelado por completo la deuda con el FMI. Solamente quedaba un 7%, que correspondía a un grupo de bonistas. * reflejando así el desendeudamiento del ciclo Kirchnerista.

La vicepresidenta en la conferencia de Olivos. Ella misma hace 10 años, cancelaba, la deuda en un porcentaje que superaba el 90%.

La propia Cristina Fernández había asumido en Marzo de 2011, con una deuda de 61.000 millones de dólares. El sideral endeudamiento de la Alianza Cambiemos, tuvo una particularidad, que los compromisos de intereses y capital, fueron pospuestos para el 2020 y 2021. Esto sumado al parate económico argentino y mundial por la pandemia del Covid-19- genera una clara imposibilidad de pago.

La posición firme del gobierno para negociar la quita a los bonistas internacionales, choca con intereses foráneos y locales que no tardarán en expresarse. Así Martín Guzmán advirtió, «hay gente jugando muy fuerte, los acreedores quieren que la Argentina pague más y hay muchos intereses en juego».

Propuesta del gobierno de Alberto Fernández

Pagar proponiendo un interés promedio de 2,33%, (tasa baja) una quita de 3.600 millones de dólares en el stock de capital, esto equivale al 5,4%. En cuanto a los intereses propone una quita de 62%, que representan 37.900 millones de dólares. Además un período de gracia para este año, el 2021 y 2022. Comenzando a pagar recien en el año 2023, con una tasa de interés que comienza en 0,5%.

Condiciones de la oferta

Aclaramos que la oferta tiene una fecha de cierre, aproximadamente unos 20 días, desde el lanzamiento formal de la misma. «Es un período suficiente para que nuestros acreedores puedan tomar decisiones, y es un período en el cual va a haber gente jugando muy fuerte». Aclaró el titular de la cartera económica.

En el final de la conferencia el ministro resaltó la intención de no acordar nada que no se pueda cumplir, y no otorgar ningún cheque en blanco. Así el gobierno movió la primera pieza, en una serie de jugadas en este arreglo con bonistas. Es una partida cuyo resultado es el desarrollo a largo plazo y sustentable, pero con los 45 millones de argentinos incluidos.

No son menores los intereses de los jugadores, en cuestión. La claridad y firmeza en la negociación tal vez marque la diferencia.

*Datos en base al Ministerio de Hacienda. Trabajo de Agustín Corro.