En el marco del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, surgió una medida deportiva en contra de la Federación Rusa que impacta por su dureza. En las últimas horas la noticia llegó desde Ginebra, de manera tajante la FIFa y la Unión Europea suspendió de todas las competiciones a los equipos rusos, incluyendo la selección.
El Liepzig de Alemania, pasó directamente a los cuartos de final, y no se jugarán los partidos del 10 y 17 de marzo, quedando eliminado el Spartak de Moscú, en la Liga Europea. El COI, -Comité Olímpico Internacional-, expresó que era necesario para “proteger la integridad de las competencias deportivas mundiales y la seguridad de todos los participantes”.
No está claro que pasará con otras federaciones internacionales deportivas, ya que es reciente que el soviético Medvedev alcanzó el puesto número uno del Ranking en Tenis. La FIFA decidió además que Rusia no jugará el mundial de QATAR 2022. A lo que se sumó una cadena de exclusiones, Finlandia quiere que la selección rusa sea marginada del mundial de hóckey sobre hielo que organizará en mayo; la federación suiza de fútbol dijo que no jugará con Rusia en julio en el Campeonato Europeo femenino, en tanto que el club alemán de fútbol Schalke rescindió el contrato publicitario que tenía desde hacía tiempo con la empresa estatal gasífera rusa Gazprom.
Estimamos que los rusos apelarán el fallo, esto puede hacerse en el Tribunal de Arbitraje Deportivo en la ciudad suiza de Lausana. La Unión de Clubes de Rusia, ya expresó que la medida es injusta, y por supuesto esgrime que es una medida política fogoneada por la OTAN.
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