La Deuda
La inseguridad es un tema complejo de abordar, uno puede caer en justificaciones hiperprogresistas cuando se trata simplemente de aplicar la ley en un acto delictivo. También puede manifestarse de una manera muy impulsiva, como algunos comunicadores, que llegaron a decir que no había un muerto, sino «un delincuente menos». Como si matar a un delincuente en un tiroteo, no fuera matar a una persona. Por otra parte justificar abiertamente, casi sin miramientos a alguien que infringió la ley, y dejó como saldo una muerte, por supuesto que es incompresible. Más cuando hay una víctima inocente de por medio.
Los tres poderes de la Nación tienen una deuda en democracia con el pueblo argentino, construir una sociedad más libre, más justa y más segura. El Poder Judicial no escapa de esta responsabilidad enorme, y lejos de ser solución muchos fallos han sido parte del problema.
En lo últimos días la cuestión de «liberación de presos» de toda calaña -perdón por la expresión pero queremos ser claros-, inundó los medios y a la opinión pública. La responsabilidad recayó sobre el gobierno nacional, y comenzó a correr una ola de repudio generalizado con cacerolazos por medio en distintos barrios de la Capital Federal, y en algún sector de este distrito, Quilmes.
Una jueza en apuros
Si bien cada vez más la gente desconfía de la información que circula, nadie está exento de ser operado mediáticamente en función de intereses desconocidos, y bien solapados. Además existe una jerarquía, un principio de autoridad. Si se hace una nota en un marco «serio» y habla un médico, que a simple vista para el público, no tiene intenciones políticas tal vez sea mayor la credibilidad de lo que diga.
Es el caso de la jueza Julia Marquez que dirige el Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de Quilmes, que realizó una recorrida por distintos medios afirmando una supuesta suelta masiva de presos. Pero no cualquier tipo de delincuentes, sino abusadores y violadores. Continuando su alocución la jueza ofreció una cifra que infunde miedo, habló de 176 liberaciones, que el poder ejecutivo intentaba «justificar» en el marco del coronavirus. Distintos medios nacionales y locales fueron haciendose eco de los dichos de la jueza.
Sin necesidad de exponerse de esa manera, cuando un periodista le preguntó, ¿Porque nadie de la justicia salió a decir lo que pasa?, la jueza en vivo en un canal de noticias, dijo textual, «En realidad el poder judicial, es una estructura jerárquica. Es difícil manifestarse en contra de lo que sostiene un superior y sobre todo donde hay tanta influencia política, esto es una realidad». Después aclaró que no era la única, que «mucha gente» se comunicó con ella, (¿se refería a jueces, gente de la justicia? -no lo sabemos-). Pero a continuación dijo ser «la única que lo presentó con estas características».
Características temerarias por cierto, afirmar que el 27 y 28 de abril se liberaron 176 violadores, a las calles, bajo pretexto de Coronavirus, y siendo los jueces sometidos por el poder del ejecutivo. También afirmó que recibieron la libertad “1076 personas con delitos contra la propiedad” y “276 con delitos contra las personas”.
En las redes la jueza continuó su prédica, en un discurso peligroso, bajo la idea de las presiones que recibe la justicia, y la intención del gobierno deliberada de «soltar» convictos, responsables de actos aberrantes.
Para aportar a la confusión, en otro vivo, y ya con una exposición en redes sociales, y de manera pública, Julia Márquez volvió sobre sus pasos en el programa de A24 conducido por el periodista Eduardo Feinmann; «No estoy diciendo que en un día salieron 172 abusadores ni nada, sino que en un día hay 172 personas que recuperaron la libertad bajo distintos institutos”, sostuvo. Tarde, muy tarde en los medios asolaban las noticias de tono apocalíptico, que los violadores y asesinos ganaban las calles.
Preguntas equivocadas
La nota responsabiliza a los medios, no. Este escrito apunta contra una autoridad del poder judicial, tampoco, lejos está, la intención. Queremos preguntarnos, ¿Que lleva a una jueza a exponerse de manera terminante en un tema tan delicado?. Si realmente era cierto, ¿Por qué se desdice y le baja el tono más tarde?. Más allá de probables amotinamientos y peticiones de los presos, y condiciones carcelarias, ¿Con qué sentido el gobierno nacional o provincial, liberaría masivamente asesinos y violadores?. ¿Cuál sería el beneficio para su imagen política?.
Finalmente la Cámara de Casación Penal, desmintió los datos de la jueza Márquez, y los números del Servicio Penitenciario Bonaerense (publicados en medios nacionales), son infinitamente menores. Como aclaración, para que no lo agarren desprevenido, existen, existieron y existirán las presiones sobre la justicia, aquí y en cualquier parte del mundo. Pero la liberación de reos, -como los llama la Constitución Nacional- es exclusiva del Poder Judicial.
Ningún Presidente en una República puede ejercer la justicia, esto viola la independencia de poderes, piedra fundamental del los principios democráticos. No lo decimos nosotros, sino fue escrito por Charles Louis de Secondat, el barón de Montesquiew, en su libro Del espíritu de las leyes en 1748.
Constitución Nacional, Sección Tercera, Atribuciones del Poder Judicial.
Artículo 109: En ningún caso el Presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o reestablecer la fenecidas.