“Mi sobrino acaba de fallecer. Les pido ahora que respeten a la familia en este triste momento». Las declaraciones son de Emanuel, el tío de Lucas González. La declaración se produjo ayer Jueves 18, pasadas las 17.30, en las puertas del Hospital El Cruce de Florencio Varela. Lucas había llegado a ese centro de salud en la madrugada del jueves. Desde las 9 30 del miércoles, cuando fue baleado en el cruce de Alvarado y Perdriel, Barracas, había estado internado en el Hospital Penna. Los sucesos fueron los siguientes:
Como si el destino se vistiera de tragedia, Lucas que jugaba en Barracas Central, pero vivía en Varela, iba a entrenar todos los días en transporte público. El último miércoles 17 viajó en el auto de unos de sus amigos. Al salir del club, reconstruye la familia a partir del relato de los tres sobrevivientes, los amigos subieron al Volkswagen Suran y pararon para comprar un jugo. Unas cuadras después de reiniciar la marcha, los cruzó un Nisan Tiida, sin identificación oficial. A bordo iban los tres policías vestidos de civil, por lo que los chicos creyeron que eran ladrones y aceleraron. «Sin sirena y sin identificarse bajaron y tiraron», cuenta Sebastián el tío de Lucas. Asustado el jóven intentó escapar y fue baleado con dos tiros en la cabeza. «A Lucas lo balearon como un delincuente», asegura el tío.