Mientras se acababa el partido del 1 a 1, y no había ni alargue, ni penales, y más bien una crisis profunda política, social y económica, a un semestre del cierre del milenio, el rock argento descibía su aldea. Los Piojos cantaban globalización, new dominación, globalización privatización, y la Bersuit se viene el estallido, de tu guitarra, de tu gobierno también. Y los Caballeros de la Quema pintaban un escenario tremebundo gritando saliendo a ver que pasa en el barrio. Sin dudas, fines de los 90 fue el turno del rock barrial.
La sala de ensayo de esta banda que no tenía raros peinados nuevos, no quedaba en Palermo Hollywood, ni siquiera en Caballito, barrio Piedrabuena, Lugano. Cuentan que en una de las paredes colgaba una imagen de Mick Jagger, pintado en témperas azules y celestes. Un Jagger del 70´, según el cantante y violero de esta banda, «Nos cabe la época que va desde Sticky Fingers hasta Black & Blue, es decir, desde 1970 hasta 1976, esa para nosotros es la que va». La banda es Viejas Locas, que a fin de milenio sonaron, y gustaron al piberío barrial y rockanrolero.
Este último 28 de Marzo, se cumplieron 24 años de la salida de uno de los discos que marcó al rock barrial, Especial ganó la calle. Estamos Llegando, un tema más musical y con voces de fondo pero casi sin letra, para darle lugar a un clásico que hoy dos décadas después se canta y se baila en cualquier bar, Todo Sigue Igual, temazo. Y el track 3, a la altura del segundo, un rocker que las chicas meneaban sexy en bares del conurbano de birra barata, y fuerte olor dulzón, Me gustas Mucho.
¿Hay una canción que en los 90´definiera a la clase proletaria más que el track 5?. Se convirtió en un himno de la clase trabajadora, Homero. Viejas Locas ocuparon el espacio, modestamente que habían dejado el parate de los Ratones Paranoicos. Con pesos específicos diferentes, eran del mismo palo rock stone, aunque los pioneros era Los Ratones.
Pity Álvarez, un desfachatado, que mereció mejor suerte y que en aquellos años decía, «no es que no nos cope, pero nunca dijimos que somos una banda stone ni nos queremos hacer los stones. No queremos ser sólo eso, pero nos encajan ahí. Algunas cosas son inevitables, porque escuchamos a los Stones desde muy chiquitos, y eso lo llevás en la sangre». Perra, Me Gustos Mucho, el tema 8 de este CD, Legalizenla, en un claro mensaje a la careteada de los 90´que se llevaban a los pibes consumidores, mientras los peces gordos se paseaban por los boliches más top de Buenos Aires. La política no quedaba exenta cuando Calamaro, un par de años más adelante decía en una de sus canciones «seguro que el ministro no toma blanca flor»
¿Que pasaba en el barrio argento?, en ese capitalismo salvaje local de rasgos menemoides, con promesa de primer mundo pero vida económica y social del cuarto ofrecía algunos ganadores, en el marco del plan de convertibilidad y la desregulación del mercado interno, ese año, el empresario multinacional George Soros, multimillonario y especulador financiero, conocido por ser «el hombre que provocó la quiebra del Banco de Inglaterra» el 16 de septiembre de 1992, desembarca en Argentina.
También 1997 es el año en que el grupo Socma liderado por los Macri compra por monedas el Correo Argentino, con el compromiso de pagar un canon semestral al Estado de 51,6 millones que rápidamente deja de lado. Canon que por supuesto, el que ahora se bajó para intentar volver a ser Presidente no pagó un centavo. De la Rua era la esperanza, mientras Viejas Locas era telonero de los Stones y Pity decía,
«A pesar de que no nos cabe todo eso, nuestro público es bien stoncito, bien callejero, y los Stones les gustan al 80 por ciento de los que nos vienen a ver. Y hay mucha gente que está más contenta de que toquemos nosotros con ellos que de que vengan los Stones. Lo ven como un triunfo nuestro y de nuestra gente.».
Vaya triunfo el de Pity Álvarez y los suyos, que llenaron el templo del rock, Obras Sanitarias, un 7 de junio de aquel año, 1999. Hoy ya más viejos recordamos a un disco que se escuchó y se stoneó bastante en tiempos donde la política había quebardo y sólo nos quedaban las bandas para construir una identidad, y muchas complicidades. Con veintipocos, y sin un mango en los bolsillos, pero ganas de transnochar los chicos y las chicas querían rock
Valga ese tributo, a Especial un disco de varios hits, que hoy seguimos queriendo.
Matías J. Escot. Docente de Historia . Apasionado por la historia argentina, letras y política. Escritor, divulga la historia de nuestro país en Relatos del Sur Autor del libro “Escritores en Combate 1”