El 30 de diciembre pasado el Gobierno suspendió las exportaciones de maíz con el fin de dar prioridad al mercado interno. A través de un comunicado del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca decidió suspender en forma temporaria el registro de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) para maíz. Así la fecha de embarque sea anterior al 1 de marzo de 2021. Por supuesto también pensando en contener la inflación, del primer trimestre. Además el gobierno cree en la necesidad de asegurar el grano como materia prima en sus procesos de transformación, como carne de cerdo, pollo, huevos, leche y feedlot .
El año pasado el país exportó unas 34 millones de toneladas, siendo récord el primer trimestre, con 11,3 millones de toneladas. Es decir que es un sector pujante en cuánto a entrada de dólares, y por supuesto goza de una buena rentabilidad.
Ni bien se hizo pública la medida, las cuatro entidades nucleadas en la Mesa de Enlace salieron con un comunicado oficial en el que indicaron su «más absoluto disgusto ante la decisión política», tomada por el gobierno. «Se trata de una medida que va a contramano de todo lo esperable, de lo que creemos que debe hacerse y del sentido común».
Ayer Lunes 4 se reunieron los titulares de las máximas entidades, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural Argentina, los cooperativistas de Coninagro y la Federación Agraria Argentina (FAA). El encuentro culminó a las 15 hs, y se estableció un impasse hasta hoy, Martes 5. Se espera que haya mayores precisiones, pero de una de la entidades indicaron que lo que sí queda claro es que se realizarán movilizaciones en el interior, y asambleas de productores. Córdoba será la región en que el conflicto se hará presente. (La Bolsa de Cereales de Córdoba estableció récord de venta en los primeros seis meses del 2020). La medida contra la intervención del gobierno en el mercado de maíz, traería aparejado un paro de comercialización.
Desde la Federación Agraria, filial Pergamino, alegan que «son viejas recetas que fracasaron», y que el gobierno con esta medida «animan viejos fantasmas de una rivalidad inconducente que tiene como ganadores a los mismos de siempre». Además exigen ser escuchados, en esta situación que se produce en el comienzo de año, y con la pandemia como centro de las preocupaciones en todos los aspectos de la vida pública argentina.
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