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DOMINGO F. SARMIENTO. EL POLÉMICO

21 febrero, 2021

Sarmiento, un hombre que se construyó a sí mismo y que tuvo varios perfiles, inexplorados la mayoría en el relato escolar oficial, este artículo intenta acercar otra imagen del sanjuanino

Un presidente haragán

A los veinte años FAUSTINO VALENTÍN QUIROGA SARMIENTO, así se llamaba, partió a Chile, enemistado con las ideas políticas del gobierno de Juan Manuel de Rosas. El jóven Sarmiento, durante su exilio trabajó de los más diversos oficios, el que más lo gratificaba era el de periodista, la pluma era su mejor arma. También fue mozo, minero y trabajó en una chacra, cercana a la ciudad de Valparaíso. De aquí, reside la anécdota, el estanciero y dueño de la chacra se quejaba del joven díscolo, y haragán. así comentó el hombre:

«Tengo un capataz loco que se pasa horas leyendo en voz alta entre los árboles. Cuando se le pregunta que lee, dice que está estudiando para ser presidente».

                                                              «Va a ser un presidente haragán». solía rematar el estanciero charlando con algún vecino.

El mujeriego

En ese mismo Chile, y por la década del 30′, Domingo F. Sarmiento conoce a una joven nativa llamada Jesús del Canto, y se enamora perdidamente. El amor es fugaz pero deja una marca en ambos, tendrán una hija. Faustina, será su nombre. Quien fue criada por su madre en la casa de San Juan. la niña se hizo mujer y lo acompañó en las últimas horas de su vida. A finales de los años 40´el sanjuanino viaja a Europa, y posteriormente regresa al país trasandino. Conoce entonces, y lo cautiva una mujer casada. Benita Martínez de Pastoriza, argentina, con quien inicia un amor clandestino.

Es por aquella época que Benita, da a luz un hijo, adjudicado a su marido. Pero, aquí la historia, varias fuentes alegan que fue hijo del padre del aula. Domingo Fidel Sarmiento, Dominguito, aquel que morirá en la guerra del Paraguay. Muerto el esposo años después, regresó Sarmiento con intención de formar su familia y darle su apellido a Domingo. Los celos de Benita, estaban justificados, por que su esposo, tenía el sí fácil, con las mujeres.

Por último, fue su gran amigo Dalmacio Velez Sarfield, quien le abrió las puertas de Buenos Aires en términos políticos. Domingo Sarmiento, abrió la puerta del dormitorio de Aurelia Velez Sarfield. Sí, se enamoró perdidamente de la hija de su mejor amigo, y tuvo una relación intensa, aún con Aurelia, ya casada con su primo.

Sarmiento, el desbocado

Respondiendo al positivismo del siglo XIX, que consideraba a gauchos la barbarie, Sarmiento no escatima en adjudicarle el carácter bárbaro y alega,

Se nos habla de gauchos… La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos»

Rivera Carlés R. Rosas. Pág. 131

Acerca de los indios, un sector social postergado, y no reconocido´aún en la actualidad, escribe en el diario El Nacional,  «¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado».

Antigua casa de Sarmiento, nació en un barrio pobre, El Carrascal de San Juan.

Fue Domingo F. Sarmiento quien pujaba por lograr una pequeña colonia de agricultores en Chivilcoy, la idea era promover una gran cantidad de propietarios de tierras. El modelo es exitoso, aunque se topa con la negativa de extenderlo a otras zonas de la llanura. El Presidente de la Sociedad Rural Argentina hacia 1870, lo advierte del error de implantar colonias agrícolas (minifundios) en una zona ganadera. Recordemos que la tierra en la Argentina, estaba y lo está en la actualidad en pocas manos. grandes extensiones de tierra para pocos, el modelo argentino es latifundista

Como Presidente de la Nación se da cuenta de la defensa de intereses que realiza el presidente de la SRA, y afirma:

“Nuestros hacendados no entienden jota del asunto, y prefieren hacerse un palacio en la Avenida Alvear que meterse en negocios que los llenarían de aflicciones. Quieren que el gobierno, quieren que nosotros que no tenemos una vaca, contribuyamos a duplicarles o triplicarles su fortuna a los Anchorena, a los Unzué, a los Pereyra, a los Luros, a los Duggans, a los Cano y los Leloir y a todos los millonarios que pasan su vida mirando cómo paren las vacas (…) Sí, aristocracia con olor a bosta», remató el sanjuanino.

El último 15 de Febrero se cumplieron 210 años de su nacimiento, (1811) un hombre que lejos se ser de bronce, estuvo marcado por sus aciertos y errores, por sus contradicciones.


Matías J. Escot. Docente de Historia . Apasionado por la historia argentina, letras y política. Escritor, divulga la historia de nuestro país en Relatos del Sur Autor del libro “Escritores en Combate 1”