Sarlo en Comodoro Py
La escritora Beatriz Sarlo, fue citada como testigo en la causa en la que se investigan supuestas irregularidades en el Ministerio de Salud de la Nación. En la misma está imputado el exministro de Salud, Ginés González García. Los investigadores ya escucharon como testigos a médicos y empleados del Hospital Posadas, donde eran derivadas personas desde el Ministerio para vacunarse. La polémica se suscita porque Sarlo declaró en los medios es febrero que «le habían ofrecido la vacuna, bajo la mesa», aunque esto no lo dijo en el juzgado. La gravedad es que involucró a la esposa del gobernador Soledad Quereilhac: dijo que ella fue quien le ofreció, a través de un editor, (Carlos Díaz, de la editorial Siglo XXI), recibir la vacuna antes de que le llegara su turno. Esto provocó un revuelo periodístico, este Miércoles 10, que se expandió a la política, en un contexto muy sensible, por las vacunas, y el llamado Vacuna Gate. Cuando Horacio Verbitsky, en el Destape Web, expresó que se había comunicado con Ginés y finalmente vacunado en el Posadas, sin turno y dejando entrever una situación de privilegio.
La causa judicial está en manos de la jueza María Eugenia Capuchetti, tras un pedido del fiscal Eduardo Taiano, quien cruzará las llamadas telefónicas del exministro González García, y sus secretarios.
Kicillof se defiende
En primer término Kicillof, dijo que «lo que decían los titulares de los dos diarios porteños más importantes, es que la esposa de Kicillof le ofreció a Sarlo, la vacuna por debajo de la mesa. Y eso en todos sus términos era falso«. Además fue tajante al decir que «la comunicación de mi esposa con Sarlo nunca existió».
El gobernador contó que había diseñado una campaña, cuando se hablaba mal de la vacuna Sputnik V, que la vacuna envenenaba a las personas, para que se vacunaran gente notoria, no afín al gobierno. «Los canales y los medios de comunicación estaban contra la vacuna, y mi idea no era discutir contra los antivacunas, sino lograr que la gente se vacunara, concientizar a la población», expresó Kicillof en el canal A24 junto al periodista Luis Novaresio. Además, «en la provincia no hay vacunatorios clandestinos», dijo el gobernador.
Kicillof, hizo hincapié, en que no había nada clandestino, sino una campaña pública para que la población tomara confianza en la vacuna, aplicando la Sputnik V a gente notoria. Y que no culpa a Sarlo, pero le cuesta creer que una mujer inteligente no mida sus palabras, generando una campaña de desprestigio.
«Me autocritico fuertemente», expresó Sarlo en las últimas horas, la intelectual explicó que quiso decir, que no estaba claro como iban a vacunar y a quien se la ofrecían, pero se reprochó una expresión. «No debí decir por debajo de la mesa». Más allá que el gobernador salió con velocidad al cruce, es un tema que despierta en parte de la población, la filosofía de la sospecha, contra el gobierno. Dejando dudas sobre la distribución de vacunas, y el sistema de vacunación.
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