Frente al escenario de aislamiento obligatorio, debido a la pandemia Covid-19, cientos de personas decidieron salir a la calle, en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, y la Capital Federal. Se manifestaron contra la política del gobierno local, y nacional. En Quilmes, fue significativa, la convocatoria, los manifestantes se reunieron en la Plaza San Martín, aproximadamente a las 16 hs, llegaron con carteles, banderas y comenzaban a sonar las cacerolas. Autos en filas hacían estruendo con sus bocinas. En una reunión que se daba en las adyacencias de Rivadavia y Mitre.
Las consignas eran amplias, y diversas, no había una demanda única que articulara al grupo de protestantes, la cuarentena, le economía, la libertad, y hasta la renuncia de la Intendenta, eran tópicos. Sí, tal vez existía, un tema repetido que asola al conurbano, en general, y en particular a Quilmes, que es la inseguridad. Un tema grave y estructural que sufre el distrito y que debe ser atendido de manera efectiva. Además de, «Basta de Impunidad» que rezaban varios carteles.
Los referentes de Juntos por el Cambio convocaron a la marcha, Patricia Bullrich y Fernando Iglesias, tal vez el sector más duro del Macrismo, junto al legislador bonaerense Luciano Bugallo. Si bien la protesta local era contra el gobierno municipal, muchos convocados se definían como «apolíticos», casi sin advertir la contradicción.
La referente Bullrich, transitó la marcha en su auto asegurándose en aislamiento que no cumplían la mayoría de las personas que se juntaron en distintos puntos de la Capital Federal. También en la ciudad participó Luis Brandoni, y Hernán Lombardi. En la cuenta oficial se ve a la ex-ministra de seguridad, bajando de su coche.
Muy lejos de los acontecimientos y atendiendo sus asuntos en FIFA, luego de viajar a París, y en un avión privado, con un costo de 12000 euros a Saint-Tropez, pero, esta vez desde Suiza se expresó el ex-presidente Mauricio Macri, sintiendo orgullo, en su cuenta oficial de twitter,por los que marchaban en un contexto extremadamente particular de pandemia.
Sin problemas se desconcentraron los manifestantes en Quilmes, utilizando un derecho legítimo y ejerciendo su libertad en una marcha , donde se exigía «más libertad». Recordemos que desde el 3 de agosto existe un DNU presidencial que prohíbe las reuniones sociales en espacios públicos y privados, con concurrencia mayor a diez personas. El infringir el DNU tiene consecuencias penales por «favorecer la transmisión de enfermedad». La restricción está dada en un momento que el país tiene unos 300.000 infectados. Así se iba la tarde del feriado nacional, en la tercer marcha contra el oficialismo, que esperemos no traiga consecuencias sanitarias.
Ninguna de las autoridades de la oposición advirtió a los participantes del peligro de contagio, en un momento que el pico del virus impacta en la sociedad con alrededor de 6000 casos diarios y, 5700 fallecidos.
Fotos: Adrian Di Nucci
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