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Fue el martes 8 de julio por la mañana, en la previa del 9 de julio, fecha significativa más para un historiador que Liliana Barela, la subsecretaria de Patrimonio Cultural le comunicó de manera intempestiva el despido a Gabriel Di Meglio, quedando cesanteado de su cargo en el Museo Histórico Nacional. Barela le mencionó que era una orden de la Presidencia de la Nación, que estaban molestos con algunas declaraciones suyas.El historiador e investigador del Conicet iba a dirigir el museo hasta fin de mes, y en agosto lo reemplazaría la directora nacional de Museos, María Inés Rodríguez Aguilar.
Es por ello que brindó una charla Di Meglio transformó su visita guiada “La historia popular en el Museo Histórico Nacional” por las salas de Defensa 1600, en una charla abierta al público en el Parque Lezama, al lado del Museo Histórico Nacional.
“La subsecretaria Barela llamó para decirme que era mi último día en el museo y que no había nada que discutir -contó Di Meglio al diario La Nación-. A la visita iba a venir mucha gente, incluso desde las provincias, así que voy a hacer una charla afuera del museo y que la gente ingrese después. Estoy muy enojado, es un maltrato total”, expresó el historiador en la semana.
“Estoy muy agradecido por toda la reacción y la solidaridad que he recibido. Quiero decir que esto es un trabajo colectivo, ¿no? Yo estoy en la cabeza, pero es un trabajo en equipo. Y no es un lugar común decirlo: es real”, dijo en primer término. Durante la charla, Di Meglio repasó los ejes centrales de su gestión al frente del Museo Histórico Nacional. Uno de ellos fue la incorporación de una perspectiva de género, y aclaró que es una palabra prohibida en este momento literalmente hay museos que no la usan. Esto es un retroceso tremendo para la Argentina”, dijo el historiador que tuvo ciclos de calidad en Canal Encuentro como los programas BioAR y Siglo XIX Proyectos de Nación.
«El Centenario de 1910 era una época de mucho crecimiento económico, pero también de mucha desigualdad social. Y la desigualdad regional era enorme”
GABRIEL DI MEGLIO
“Aparece una discusión muy interesante, que no tiene una posición buena o mala, sino que uno toma una opción. Nosotros optamos por no hacer —salvo en algún caso especial— rincones de mujeres, como decir ‘acá va la historia de las mujeres, y en el resto la de los varones’. En cambio, tratamos de disponer los personajes femeninos —de los cuales tenemos muchísimo menos patrimonio— a lo largo de los temas políticos y culturales que abordamos en general”.
Otro eje fue construir una “mirada policéntrica que incorporara la historia popular”. Según explicó: “¿Qué es lo que tratamos de hacer con esto? Bueno, por un lado, justamente tratar de corrernos de mirar solo desde un lugar. No mirar solo desde Buenos Aires o desde la región pampeana, porque se absolutizan cosas que son verdades para un lugar y no lo son para otros. Entonces, ahí el desafío es cómo incorporar esa diversidad”.
En una parte fundamental de su relato acerca del trabajo realizado expresó el historiador: “Uno ve la foto que suelen usar los libros para ilustrar el centenario: la Avenida de Mayo iluminada, una imagen espectacular de la Plaza de Mayo colmada… y eso dice ‘la Argentina de la modernidad’. Pero a 20 cuadras de ahí también se podía sacar una foto del barrio de las Latas, donde la gente vivía en condiciones de precariedad. Era una época de mucho crecimiento económico, pero también de mucha desigualdad social. Y la desigualdad regional era enorme”. En esa línea, mencionó una imagen del Mercado de la Armonía en Santiago del Estero tomada en el mismo período: “Contrasta mucho con la imagen de la Avenida, ambas son Argentina. Por eso es importante que los museos tengan en cuenta esto: que este es un país con una enorme desigualdad regional”.
También el historiador se solidarizo con la colega Camila Perochena, quien tras discutir por televisión con el Director de la Casa de Tucumán, José María Posse, fue atacada por los trolls del Ptresidente y el propio Javier Milei. “Hay grupos de ultraderecha en redes que tergiversan el pasado. El pasado se puede interpretar de distintas maneras, pero no se puede falsear”.
Finalmente, el historiador invitó a los asistentes a visitar el Museo Histórico Nacional, agradeció el acompañamiento recibido y se refirió a su salida: “Está perfecto que despidan a un funcionario designado, es parte de las reglas del juego. Lo que es complicado es el contexto: tiene que ver con este avance del gobierno en contra de la cultura, la educación y la salud». “Nuestro patrimonio, nuestra historia, es algo que está en juego. El ataque es total. La idea de que el Estado no tiene que existir, el maltrato que han sufrido los empleados públicos este último tiempo… es muy difícil trabajar así. Todos los museos están desfinanciados, incluso el MHN, que funciona bien pese a todo. Todo ese palabrerío ‘eficientista’ es pura mentira: lo que hay es un deseo destructivo de que no funcione. De que nada funcione».
Y cerró con una mirada esperanzadora, “Estamos en una situación tremenda. Y en este sentido, juntarse por fuera de las redes, organizarse, es algo fundamental. Como dice el Martín Fierro: ‘El fuego pa’ calentar debe ir siempre por abajo’. La historia nos da lecciones y nos enseña que siempre hay esperanzas”.