«Nunca vi una causa con tantas pruebas», dijo en algún momento Carlos Stornelli (65), porteño, nacido en Flores, ex Director de seguridad de Boca y fiscal a cargo de la Fiscalía N° 4 de Comodoro Py, tuvo de asesora a Soledad Spinetto, quien se casó con Rafa Di Zeo, y por supuesto Stornelli estuvo invitado a la fiesta de casamiento, por lo que el fiscal no podía negar el vínculo con el capo de la 12, la barra brava de Boca. Stornelli, en estas horas vuelve a estar en boca del mundo político y jurídico por «investigar» la Causa Cuadernos, iniciada en el 2018.
¿Pero qué es la causa cuadernos?
El chofer Oscar Centeno que llevaba a Roberto Baratta funcionario de Julio De Vido, quien anotaba en un cuaderno un supuesto, escandaloso esquema de recaudación y sobornos, en un buen elemento para narra el guión de una película, hay seis cuadernos, pero los dos realizados por puño y letra se perdieron. Los cuadernos llegaron a la justicia por intermedio del periodista Diego Cabot del Diario La Nación, y en realidad la prueba son fotocopias de los cuadernos de Centeno.
Para darle volumen al thriller en los cuadernos figuran empresarios, que son el punto central de la acusación son sus declaraciones, el problema es que fueron extorsionados para que se arrepintieran y declararan contra la presidenta Cristina Fernández, el beneficio era evitar la cárcel. La causa por primera vez lo tomó el juez Claudio Bonadío, actualmente fallecido, que formó parte de la componenda extorsiva. Un caso testigo fue el de Gerardo Ferreyra de Electroingeniería. El empresario contó esta operatoria ante la Cámara Federal; estuvo preso más de un año y en la apelación dijo que Carlos Stornelli le tomó declaración, y expresó que «debía ayudarlo a encarcelar a los Kirchner» si quería evitar la cárcel. Ferreyra, no transó y terminó tras las rejas.
Stornelli y Bonadío, debieran ser un caso de estudio para futuros hombres de leyes, no respetaron la Ley de Arrepentido que en su artículo 6 dice que, las delaciones deben ser registradas en un instrumento técnico idóneo, en referencia a que deben ser filmadas. Ninguna quedó grabada, y la pregunta que vale hacerse, ¿Qué tenían que ocultar el fiscal y el juez?. Es claro entonces, que bajo el paraguas de «hacer justicia contra la corrupción» se asiste a un delito, armar una causa en base a extorsión, y no sólo la justicia sino había un entramado de complicidad de grandes medios de comunicación y periodistas.
En esta historia aparece un personaje clave vinculado a Carlos Stornelli, que es Marcelo D´Alessio,(55), porteño con dos hijos, alguien que lo presentaban como abogado, o en canales de noticia como un «experto en narcotráfico», sin embargo nunca pisó la facultad de derecho. Si supo hacer sólidos vínculos con agentes y ex agentes de los servicios de inteligencia, mucho empleado de la ex- SIDE.
D´Alessio jugó este rol según lo investigado por Ramos Padilla, era contactarse con los empresarios involucrados y extorsionarlos, pidiéndole dinero a nombre Carlos Stornelli. Así sucedió con Pedro Etchebest, «Carlos va a pedir una atención», solía decir D´Alessio. La cuestión no quedó en trascendidos, el 13 de febrero de 2019 el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla y Federico Villena de Lomas de Zamora iniciaron una investigación por lavado de dinero y extorsión a D´Alessio, y por supuesto citaron a declarar a Carlos Stornelli.
El 27 de marzo Ramos Padilla declaró a Stornelli en rebeldía, por no haber concurrido sin justificación a cuatro citaciones a prestar declaración indagatoria y le solicitó al procurador general de la Nación Eduardo Casal que arbitre los medios necesarios para garantizar la comparecencia. Ramos Padilla le imputa a Stornelli, «haber sido parte de una organización delictiva» que realizaba tareas de espionaje ilegal. En un elemento más hay escuchas que participan los periodistas Eduardo Feinmann, Daniel Santoro y Luis Majul, todos pidiendo información, en las escuchas realizadas a Marcelo D´Alessio.
Finalmente en Octubre de 2020, Ramos Padilla decide llevar la causa a juicio oral en el que están implicados Stornelli, D´Alessio, junto a una decena de personas y el periodista Daniel Santoro, procesado por «coacción y extorsión», lo salvó la Cámara Federal de Mar del Plata, quien revocó la medida alegando que, «hizo habitual ejercicio de su profesión», figura bastante indulgente.
En definitiva, mientras Eduardo Feinmann, periodista que aparece en las escuchas solicitando información habla de «jefa de la banda», la causa cuadernos muestra un modus operandi de agentes de inteligencia, comunicadores y funcionarios de la justicia extorsionando a empresarios para que dijeran lo que ellos necesitaban oír.
En la actualidad, el fiscal de la Causa Cuadernos, Stornelli, fue llevado a juicio oral y se ajustó a la incomparecencia a la hora de declarar. La causa entonces está gestada por una asociación ilícita de aquellos que debían ser imparciales para impartir la justicia, que prospere contra la ex- presidenta habla del estado actual del Poder Judicial, de uno de los tres poderes del Estado que se encuentra en crisis terminal.





