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UN LIBRO PARA METER EN EL BOLSO

21 noviembre, 2022

Hacia Viernes Salvajes

Mientras atravesaba la Plaza Flores, una tarde de verano, y de regreso a mi casa, escuché en la radio que Matias Martin contaba que estaba leyendo El Adversario, de Emmanuel Carrère. Lo único que recuerdo es que dijo tres cosas que me dejaron con mucha curiosidad: se trataba de un hecho real, atrapaba desde la primera página y era espeluznante.

Tomé nota mental, y tiempo después, al momento de elegir que libro llevarme de vacaciones a la costa, no dudé y lo compré.

Pasaron una buena cantidad de días hasta que finalmente saqué El Adversario de la mochila. Una noche, después de cenar, me recosté en la cama y empecé a leer.

Lo justo sería decir que me costó soltarlo. La historia era de esas que te mantienen aferrado al libro sin querer largarlo, aunque el sueño y el cansancio tironeen lo suficiente. A la hora y media de lectura ya me di cuenta que lo iba a terminar enseguida y ya tenia que ponerme a buscar otro libro para seguir cuando terminara éste.

Jean-Claude Romand, el 9 de enero de 1993, mató a su esposa, sus dos hijos y sus padres, y una vez terminada esta cacería intentó sin éxito quitarse la vida e incendiar su casa para que pareciera una catástrofe. Pero sobrevivió y empezó una investigación que lo tuvo como protagonista desde el primer momento.

Romand era un médico que trabajaba en la OMS. Eso era al menos lo que les hizo creer a su entorno desde los 18 años. Ni siquiera era médico y no trabajaba en ningun lado. Su solvencia económica era fruto de pequeñas estafas que llevaba a cabo.

Emmanuel Carrère sigue a este personaje y va desmenuzando su personalidad quitando las capas de a una. Se sumerge en la oscuridad de su mente para comprender y no juzgar. En esta mezcla de crónica con ficción, nos va pintando las conductas enfermas de Jean-Claude, de todo lo que tuvo que hacer para armar una estructura de mentiras en las que se veía incapaz de parar, porque si no se derrumbaba su castillo hecho por naipes por completo.

La historia es espeluznante, si. Atrapa desde el primer párrafo, también. La prosa de Carrère, hoy un escritor mainstream francés, no se puede creer. Ese pasaje entre crónica y ficción funciona como una obra de relojería. Hay quienes lo ponen en el estante donde está A Sangre Fría, de Truman Capote. A mi me parece mucho más cerca de Magnetizado, del fallecido Carlos Busqued.

Como sea, es un libro para buscar. Yo, si lo volviera a leer por primera vez, me lo volvería a llevar de vacaciones. Pero eso si, me llevaría otro libro, porque El Adversario realmente se lee demasiado rápido.


Charly Longarini

Periodista, y lector voraz. Escribe para La Patria Futbolera. Estudia Letras en la Universidad Nacional de Hurlingham. Cinéfilo. Seguilo en sus redes.