POR ENTRE NOS SOCIAL INFO
Los ataques a los medios, periodistas y comunicadores no comenzaron en este gobierno, seamos claros. Los poderes fácticos políticos y económicos buscan cooptar en el mejor de los casos con beneficios económicos, en su amplia diversidad, o en el más siniestro de estos asuntos, amedrentando mediante agresiones y descalificaciones; sin embargo es necesario resaltar que el gobierno actual a, año y medio de haber asumido hace uso y abuso de desacreditar y agredir, ya no sólo a grupos periodísticos o medios sino a periodistas en particular. De boca del propio Presidente de la Nación, emergen insultos, y hasta cargadas, deformando el apellido de periodistas, y ridiculizándolos con sobrenombres, lo que implica un ataque directo. La diferencia con otras épocas es que desde las redes se replican estos ataques, generando una boca mucho más amplia de repercusión, por ende de injuria y de descrédito.
En las últimas horas, el editor del sitio La Mirada de Quilmes Oeste, Nazareno Gallardo, ha denunciado una amenaza anónima en el domicilio de sus padres. De acuerdo a su presentación ante una Fiscalía, el texto recibido decía: «NAZARENO JUAN CRUZ GALLARDO – BANCATE EL VUELTO».
Otro editor y conductor de radio, Roberto Pildayn, dio cuenta de los comentarios que respondieron a sus posteos sobre temas políticos con dedicatorias de “besitos de plomo en la frente”, lo que también consideró amenazante.
En lo que va del año, los ataques a la prensa en la Argentina y el mundo han recrudecido como parte de las pugnas propias de la distribución de la riqueza y son consecuentes alineamientos políticos, a los cuales se suman los trabajadores de prensa en tanto ciudadanos. Esto último no habilita a atacar a quienes hacen uso de su libertad de expresión, por más en desacuerdo que se esté con lo expresado.
El Presidente puede sufrir descalificaciones, e injurias que no avalamos, aunque también sufrieron otros presidentes democráticos, de la misma despiadada forma. Pero seamos conscientes que el poder de fuego de un Jefe de Estado es muy superior al de un ciudadano común, en este caso a un periodista. Más teniendo un ejército en las redes sociales que te apunta y dispara, replicando el descrédito y los ataques.
Durante la masiva movilización de este 18 de junio –como en otras donde se agredió al quilmeño Manu Jove, de TN– también hubo agresiones a trabajadores de prensa de medios porteños con alcance nacional. Si bien ninguna alcanza a compararse con el certero disparo de lanzagases contra la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, (que aún continúa en recuperación tras haber estado internado gravemente en terapia intensiva) quienes ejercemos la profesión en Quilmes, Varela y Berazategui nos manifestamos contra toda forma de intimidación que atente contra quienes informan, y ofrecen una mirada de la realidad, ejerciendo la comunicación como un derecho social.
