LA ERA DEL GORDODANISMO

Jul 6, 2025 | Lo último, Opinión

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-Por Matías J. Escot- @Matiescot77

«El Gordismo es una forma de vida. El gordismo no es una religión pero es un fanatismo». Dice en uno de sus escritos de «Breves apuntes de autoatuda», el escritor argentino Fabián Casas. Por supuesto no se refiere a características físicas, ni a cualquier forma de discriminación contra la gordura, denominada como gordofobia. El texto refiere a los fanáticos del fútbol y de Maradona. Esta columna más bien se trataría del gordodanismo, ya esta altura el gordodanismo también es una forma de vida.

Daniel Parisini tiene 33 años, es el conductor de «La Misa», por el canal de streaming Carajo y ganador en agosto de 2024, del Premio Martín Fierro Digital de Redes e Influencers, santiagueño y médico genetista. Aquel 19 de agosto de 2024, celebró ser el ganador de la red más tóxica (por red X) y se lo dedicó a los kukas. Aunque este escrito tampoco intenta dirigirse a su persona. El gordodanismo es un nuevo estar en el mundo que sale a la luz con la irrupción del libertarianismo, pero que tal vez haya surgido antes en la pandemia, cuando un grupo de personas salía a quemar barbijos, y ya con miles de muertos a nivel mundial decían que el virus no existía, y que era un complot mundial para encerrar a la humanidad.

El gordodanismo es impiadoso con sus adversarios que los eleva a categoría de enemigos, si puede los humilla, los denigra y disfruta, «lloren kukas, zurdos», es la expresión que suelen usar». Incluso pueden invitar al presidente Javier Milei y sugerirle escribir una lista de periodistas para censurar. Andan replicando lo que dice por las redes el Presidente, ya se sabe que el odio es su motor, «no odiamos lo suficiente a los periodistas», retwittean. También promueven la homofobia, en las últimas horas se conoce que atacaron la sexualidad del Diputado Nacional por Santa Fe del socialismo Esteban Paulón, por ser gay.

Andan gritando en manada, en patota, aunque la calle no es su fuerte, más bien la conocen poco, son expertos violentos en las redes detrás de una computadora, el yo freudiano, es su yo virtual. ahí se animan a ser extremadamente sádicos violentos, a tal punto de en un streaming decirle resirse de Esteban Paulón llamarlo pedófilo y desearle contraer Sida. Todo mientras en su programa streamero festejan su violencia discursiva, personal, partidaria y comparten risotadas como alumnos del secundario.

El gordodanismo no tiene ideas ni fundamentos, menos principios, sino violencia, más bien resentimiento son parte de un colectivo de pasiones tristes, según diría Francois Dubet. Son férreos militantes contra el progresismo, el feminismo, la diversidad sexual, el cambio climático, la diversidad de ideas, el debate democrático, la vida democrática en sí mismo. Todo lo que se aparte un milímetro de su pensar y sentir es vivido como una agresión hay que combatirlo y eliminarlo. Para el gordodanismo vale todo, desde armar y difundir un video falso de una periodista teniendo relaciones sexuales con su hermano hasta difamar porque sí a una persona.

«Andan gritando en manada, en patota, aunque la calle no es su fuerte, más bien la conocen poco, son expertos violentos en las redes detrás de una computadora, el yo freudiano, es su yo virtual»
MATÍAS J. ESCOT.

Para finalizar con aquel texto que empezamos este escrito, Casas dice, «El gordismo es adicto a las cámaras, a los micrófonos, lo que no sucede en la realidad virtual no tiene peso, ni merece ser vivido». Si cambiamos por gordodanismo por gordimos es una representación muy característica de este grupo. Me pregunto como construir un país, una nación de personas que se odian entre sí, el gordodanismo es individualista y no colectivo, su idea es de secta fanática, la Nación con sus matices, diferencias y finalmente su riqueza, no cabe. Lentamente inoculan el odio, aunque el gordodanismo puede fagocitarse a sí mismo de tanto odio, como pudrirse por dentro.

Finalmente el gordodanismo se autopercibe de «las fuerzas del cielo», aunque no creemos que el cielo los albergue, tal vez la fuerza que los contenga, no son novedosas, más bien conocidas, tienen que ver con la censura, la prohibición y la eliminación del otro, como sujeto, como subjetividad. El gordodanismo tal vez sea una mala copia del fascismo, de un neofascismo de siglo XXI.