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INSTRUCCIONES PARA SER INMORTAL

26 enero, 2024

Hacia Viernes Salvajes

Primero, como para arrancar con la cuestión, es necesario haber nacido un jueves 23 de enero hace 73 años entre Nuñez y Barrio Belgrano.

Luego, como para ir preparándose, estaría bueno sentir curiosidad por la música y la literatura y consumir ambas en cantidades suficientes. Y amarlas desde la devoción y la angustia.

Elegir un instrumento al cual dedicarle la vida, por ejemplo, la guitarra. Y tener la constancia necesaria para que ese pedazo de madera, cuerdas, micrófonos se conviertan en una extensión del cuerpo y alma.

Una vez dominado el instrumento, empezar a escribir canciones y componer melodías como quien juega con ladrillitos. Y juntarse con amigos a zapar, a divertirse, a soñar y a sonar.

A eso de los 17 años es primordial formar una banda, y a los 20 grabar un disco fundacional para el rock nacional que lleve el mismo nombre de la banda, podría llamarse Almendra, por poner sólo un ejemplo. Y ya con eso, convertirse en leyenda y desde la humildad nunca hacerse cargo de eso.

Y a partir de allí, una vez sacudidas algunas cabezas a puro rock, ir formando otras bandas tan buenas como la primera, convocando músicos talentosos e igual de inquietos.

Experimentar desde desde el arte para revolucionar la vida. Formar una banda, tal vez la más grande de todas, que se llame Invisible pero que sea absoluta y paradojicamente notoria.

Presentación de Luis A. Spinetta con su banda Spinetta Jade en Badía y Compañía.

Crear un océano de canciones, mareas de melodías, tormentas de poesías a donde ir a naufragar de amor.

Hacer sonar la guitarra con dedos brujos, hechizar a los mortales y despertar los sueños muertos de aquellos que se rindieron ante la impericia de tocar cualquier instrumento en cualquier otra vida.

Construir puentes entre las melodías y el alma. Indestructibles, espesos, latentes, brillantes.

Amontonar palabras con vida propia. Y armar, una detrás de otra, una pared de amor que se pueda ver desde otros mundos.

Partir de las emociones propias para llegar a todxs. Compartirse, en su más hermosa definición.

Tener una voz que ilumine los rincones de la existencia. Dulce, serena, calma, significante.

Pintar el mundo de belleza. Como trazos finos de la más maravillosa pintura sonora y poética.

Desparecer en cuerpo. Sólo en cuerpo. O esconderse en algún rincón definitivo para siempre.

Renacer en la eternidad gracias a la magia que quedó flotando en cada disco, en cada canción y en cada instrumento tocado y por tocar, por cualquier otra alma sensible.

Gracias por llevar a cabo tan aplicadamente estas instrucciones, Luis Alberto.

Lee Más sobre el Flaco Spinetta en Entre Nos:

-EL FLACO SPINETTA EN LAS BARRANCAS DE BELGRANO


Charly Longarini

Periodista, y lector voraz. Escribe para La Patria Futbolera. Estudia Letras en la Universidad Nacional de Hurlingham. Cinéfilo. Seguilo en sus redes.