EL ETERNAUTA: LA BANDERA argentina flameando en netflix

May 4, 2025 | CULTURAS, Lo último

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-Por Charly Longarini- @Charlylonga

En el momento que lo ayudan a vestirse con la ropa aislante y Darin se calza la máscara y sale a la calle totalmente nevada, la emoción me atravesó el cuerpo. Horas después le conté esto a mi esposa, y me volví a emocionar. En su abrazo entramos el adolescente que fui hace dos tercios de mi vida y yo. Esta escena es quizás la más épica de la producción audiovisual hecha en nuestro país. Por la escala, por la ambición, por el texto todo eso hace que sea impactante.

A medida que avanza la trama, la atención (y la tensión) se aleja del entorno fantástico y se concentra en los conflictos humanos. Pasa a ser una historia de personajes como toda buena narrativa de ciencia ficción.

Ojalá Oesteheld entre en el mapa de los jóvenes y de todos aquellos quienes no lo hayan leído. Que su historia familiar con desapariciones durante la última dictadura militar vuelva a la superficie y que además muchos lleguen al resto de su obra como Ernie Pike, Mort Cinder y Sherlock Time. Y que todo esto alcance para que la buena historieta argentina y de calidad vuelva a ocupar un lugar central en nuestra cultura.

Mientras disfrutaba de la serie, un sólo pensamiento incómodo me recorría el sistema nervioso central. Me lamentaba que sólo un monstruo como Netflix haya podido llevar adelante una producción tan ambiciosa como El Eternauta. Nuestra cultura y sus múltiples problemas económicos, de ahora y de siempre, impidieron que hayamos podido tener una obra de esta envergadura con el sello de «hecho en Argentina». Sobre todo en una producción basada en una obra que es un tótem para nosotros.

El reparto es acertado. El elenco cumple con el objetivo de encarnar personajes casi icónicos de nuestra memoria sensorial. César Troncoso (Favalli) hace un trabajo descomunal, Carla Peterson (Elena) conmueve en cada gesto y Marcelo Subiotto (Lucas Herbert), una cara conocida últimamente en cuanta producción nacional hay dando vuelta, actúa como los dioses ¿Qué decir de Darin? No sólo era necesario para que la producción llegara a buen puerto, también me hizo olvidar que es mayor que el Juan Salvo que yo imaginaba, pero más allá de eso, a todos los registros que le conozco en pantalla, acá como nuevo héroe de acción maduro, se sube al pedestal de actores de la talla de Denzel Washington y Liam Neeson. Mención aparte por la aparición de Mosca, el periodista, del que ya no creía iba a verlo.

«Nuestra cultura y sus múltiples problemas económicos, de ahora y de siempre, impidieron que hayamos podido tener una obra de esta envergadura con el sello de -hecho en Argentina-«
CHARLY LONGARINI.

En cuanto a la adaptación está bien. Buena decisión en hacerla que transcurra en la actualidad y no hacerla en la época que fue escrita y dibujada. Mantiene la esencia original pero conforme avanzan los capítulos se va transformando más en una obra de Stagnaro que de Oesterheld. Lo cual no está mal, en mi opinión, cada adaptación usa la columna vertebral del autor original pero cada realizador le da su propia impronta, la interviene, la transforma. Y acá, aunque suene hereje, la miniserie potencia el mito, lo hace de carne y hueso, lo hace más verosímil.

Stagnaro se mete en un canon difícil de igualar. Con Pizza, birra, faso fue uno de los fundadores del llamado Nuevo Cine Argentino en los 90s. Con Okupas fue parte de una nueva televisión de calidad al realizar ficción, mientras los reality shows eran las estrellas de la pantalla chica. Con El Eternauta, clava la bandera argentina, en un escenario donde la ciencia ficción y el fantástico pueden ser producidos, a partir de ahora, a gran escala en el continente. Los resultados, estimo, estarán del lado del éxito.

Yo que nací en Munro, partido de Vicente López, fue muy fuerte reconocer los lugares donde transcurre la acción en la historieta en su momento y en la serie ahora.

La banda de sonido es magistral. Envuelve la tensión y el miedo ante lo desconocido. La música incidental de Federico Jusid está para comprarla en CD y escucharla durante un viaje. La necesito para vivir. Las canciones que suenan en momentos claves quedan de forma alucinante, como si siempre hubiera estado dentro de la historieta. Manal, El Mató a un Policía Motorizado, Mercedes Sosa, Soda Stereo son parte del sonido que acompaña a los personajes en la aventura.

Que el tema Malvinas aparezca de a poco en la serie hasta que adquiere su lógica presencia, es la frutilla del postre. A Oesterheld, que le gustaban las historias de guerra, hubiera aceptado de buena manera que estuviera en la trama.

La serie se hizo con la aprobación y la producción de la familia Oesterheld, lo cual permite pensar que estuvieron de acuerdo en cada decisión que difería de la historieta. Por lo tanto, creo que desde una mirada muy subjetiva, a Oesterheld le hubiera gustado este producto.

El capítulo 4, que es para colgarlo en un mural, es de una factoría tan grande que condensa el buen cine de John Carpenter, de David Cronemberg, de George Miller y de Walter Hill, y como tal, tranquilamente podría haber sido parte del viejo y querido ciclo de Sábados de super acción.

El Eternauta, en síntesis, hizo que valga la pena haber llegado vivo para poder verlo.