CUMPLE CHARLY GARCÍA: EL ROCK QUE LE CANTÓ A LA DICTADURA GENOCIDA

El Beethoven de la pampa gringa, el oído absoluto, el pibe que a los 12 le dijo en el living de su casa, que tenía una cuerda desafinada nada más y nada menos que, a Juan Falú, y no sólo eso se atrevió a marcarle cual era la cuerda y acertó. Aquel, que cuando la policía fue a buscarlo para llevarlo detenido en un hotel en Mendoza, y quiso demostrar que no era «un tipo normal», se tiró del balcón de un noveno piso a la pileta. Carlos Alberto García Moreno, nacido en 1951, declarado Ciudadano Ilustre por la Ciudad de Buenos Aires (2012), que antes de los 13 era concertista de piano, hoy está cumpliendo 74 años.

Charly no recibe órdenes, es así que sin pedir permiso a finales de los años 90 se creyó autorizado para realizar un homenaje a las Madres de Plazo de Mayo, y a los desaparecidos, por supuesto sin consultar a nadie. Se sabe que recibió un llamado de otra persona, mujer de armas tomar, que tampoco aceptaba órdenes; «ojo con lo que hacés, con eso no se juega», dijo Hebe de Bonafini, por supuesto a nuestro Beethoven pampeano, poco le gustó que le pusieran límites desde afuera.

Considerando quien era, Hebe fue a visitarlo a su bunker de Palermo Viejo en un momento en que su nombre aparecía más en las páginas de policiales que en las de espectáculos. La dirigente fue al pie, como una madre dispuesta a ofrecer contención a un hijo en problemas, y se retiró con la certeza del deber cumplido. Más allá de espectáculos con las madres, Charly cumplió con creces su aporte a los derechos humanos, sin hacer banderías que lo ubicaran en algún estandarte político, o quedar acomodaticio con el poder de turno.

Sin decirlo, plantó pinceladas en los tiempos de plomo, es así que el periodista cultural y conocedor de su obra, Carlos Polimeni escribe, «Charly es en alguna medida un prócer justamente por sus aportes a la conciencia de la sociedad sobre las atrocidades del genocidio, realizados cuando nadie, o casi nadie, hablaba de ellos«

Si viajamos a 1980, dice Charly en uno de sus temas emblemáticos, alegoría contra la dictadura genocida, Alicia en el País,

“Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie juegan cricket bajo la luna.

Estamos en la tierra de todos, pero es mía.

Los inocentes son los culpables, dice su señoría, el rey de espadas.

No cuentes lo que viste en los jardines, no tendrás poder, ni abogados, ni testigos”

Antes cuando las madres no habían dado su primer ronda a las plazas escribe, «Cuando la noche te hace desconfiar/ Yendo por el lado del río/ La Paranoia es quizás/ Nuestro peor enemigo», letra de Hipercandombe (1977). Y si queremos hablar del poder económico financiero especulativo de aquel entonces (y que en la actualidad está más vigente que nunca). ¿Cuántos corazones hay cubiertos de grasa en este país libertario?. «La Grasa de las Capitales» (1979), «Que importan ya tus ideales/ que importa tu canción/ la grasa de los Capitales cubre tu corazón», y el grito de «No se banca más».

«Autos, Jets, aviones, barcos», «se está yendo todo el mundo», decía el estribillo en la Argentina del fin de la dictadura, la plata dulce y el 2 x 1″, sucedía al ritmo que caía estruendosamente la industria nacional, en función del industricidio planteado por José Alfredo Martínez de Hoz, la pata económica de la dictadura militar.

No hay documento que grafique más claramente al argentino medio del «deme dos», de finales de los años 70 y principios del 80, en Estados Unidos. «Este tema es una bravía defensa de la industria nacional» y se llama José Mercado, dice el propio García en una de las presentaciones televisivas de Serú Girán. «José Mercado compra todo importado/ Tv a colores síndrome de Miami», dispara el primer verso, para en la segunda estrofa de la canción expresar «José es licenciado en Economía, pasa la vida comprando porquerías», y un coro grita «Taiwan», «Visa» y «DGI».

Que podemos decir de una canción de principios de los 80′, «Entre lujuria y represión bailaste los discos de moda, y era tu diversión burlaste de los ilusionistas, No llores por las heridas que no paran de sangrar, no llores por mí Argentina/ te quiero cada día más»

«Estás enferma de frustración y en tu locura no hay acuerdo/ una hiena para reir, pero al almuerzo con los cerdos», y luego dice, «Es preciso mentir lo negro que hay en tus pensamientos», pero no es solo letra un tema musical de ritmo frenético y un tremendo riff de viola sobre el final de la canción.

No hace falta explicar el bajón personal en «Viernes 3 A.M», o el final de la dictadura y el inicio, primeros tiempos democráticos con «Los Dinosaurios» (1982), “los que están en la calle pueden desaparecer, la persona que amas puede desaparecer, los amigos del barrio pueden desaparecer”, entona Charly en una voz dulce, y con un significado que nos atraviesa, en una canción que asomando los tiempos democráticos parte la vida del país en dos.

Hoy cumple años tal vez uno de los mejores músicos de la América en su conjunto, Chico Buarque, Caetano, Violeta Parra, Mercedes Sosa, como no pensar en Silvio Rodríguez o Atahualpa Yupanqui, desde la escena rock se erige Charly. El pibe clase media del barrio de Caballito reconocido entre muchísimos músicos por un registro vanguardista como Astor Piazzolla. Cumple 74 Charly, y que siga demoliendo hoteles.