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Tras el decreto del 15 de marzo del {ultimo año que reducía aranceles a los productos importados, cada vez es mayor el porcentaje de productos de la canasta básica que provienen del exterior. Esta semana, la dupla Luis Caputo y Federico Sturzenegger realizaron cambios en el Código Alimentario Argentino para otorgar facilidades administrativas para la importación y exportación de alimentos.
A esto se le suma otros beneficios como la quita del impuesto PAIS y un dólar planchado (a partir de febrero se devaluará a un ritmo de 1% mensual), es decir quedando un dólar barato, es más factible importar en un escenario que no promueve la producción interna por la caída del consumo. Pero ¿quiénes ganan con este rumbo económico?,
Las cadenas de supermercado sin dudas son beneficiadas, quienes aún tienen poder de maniobra y por lo menos sostienen su rentabilidad, en declaraciones al DiarioAr el Ceo de una gran cadena asegura, “Las medidas no nos da mayor rentabilidad, pero nos permite posicionarnos mejor frente a los hábitos de consumo de nuestros clientes”.
«El gobierno habla de baja de precios, y el año cerró con un incremento de alimentos del 94,7%, y una inflación de 117,8%»
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Sin embargo, mostrando la contracara expresa lo siguiente; “Venimos de una caída de ventas de 14,5% en 2024 a nivel general. Así que contentos, contentos no estamos. Sabíamos que este proceso iba a ser de ajuste del consumo, porque veníamos de un modelo muy apalancado en la demanda, pero la dinámica ha cambiado y hay que adaptarse”. Por su parte el gobierno expresa que la apertura es por la necesidad de bajar el precio de los alimentos, aunque los productores lo ven como una amenaza;
Juan José Ramos, viñatero de San Juan, alerta sobre lo que puede pasar cuando en un mes se levante la cosecha de la uva en Cuyo. “Nos están ofreciendo el mismo precio del año pasado, a pesar de que los costos aumentaron más de 100%”, señala. La herramienta persuasiva de los compradores es decir que tienen la opción de traer mosto de Chile a menor precio.
Desde fideos, yerba, limones, bananas, lácteos- ya están ingresando marcas de Uruguay-, las góndolas cada vez se llenan de productos importados, el gobierno habla de baja de precios, y el año cerró con un incremento de alimentos del 94,7%, y una inflación de 117,8%. La frase de Macri de ser «el supermercado del mundo» queda atrás con este nuevo fenómeno importador.