-Por Matías J. Escot- @Matiescot77
Con una voz cascada, y un estilo desganado, como si no quedara mucho por hacer en un mundo cruel y desalmado, y la vida tuviese pocas buenas cosas por contar, Kurt Cobain grabó junto a su banda, Nirvana una pieza de antología, «Nirvana MTV Unplugged in New York». El último 1 de noviembre se cumplieron 30 años de su publicación, disco póstumo tras el suicidio del cantante.
La actuación acústica se grabó en Sony Music Studios de New York, el 18 de noviembre de 1993, después que productores y agentes insistieran una decena de veces, y finalmente accediera Cobain. Los MTV Unplugged surgieron a finales de la década del 80, el primero de todos fue el de la banda Squezze en 1989. Y como siempre esta tierra del sur, dando la nota, la primer banda de habla hispana que grabó en este formato fueron Los Fabulosos Cadillacs.

Frente a los aplausos eufóricos y algunos silbidos, de esos de emoción, Cobain se empieza acomodar, mientras arremeten algunas notas de Krist Novocelic el bajista acústico y nada más y nada menos Dave Grohl toma posición en la batería. Kurt acomoda un poco el micrófono, y su guitarra eléctroacústica, y mira el público. En el fondo de sus ojos estaba presente ese chico de 12 criado en Aberdeen, un poblado frío y hostil en el noroeste de Washington, en el que la «gente de bien» vivía en las colinas y miraba por encima del hombro a los que residían en la llanura; por supuesto Kurt era habitante del llano.
Cobain toca el teclado a los seis, pero sufre la separación de sus padres, y a la nueva pareja de su madre, quien podía golpearlo hasta romperle los huesos. La violencia doméstica fue habitué en la infancia-juventud del rocker. Después decidió huir para vivir en un trailer con su padre en la casa de sus abuelos. Antes era sometido al acoso de sus compañeros en su escuela de Aberdeen; la depresión y la gastritis que se haría crónica lo acompañaron en sus cortos 27 años de vida.
About a Girl, así comenzaba Nirvana para romper el hielo en New York, una de las primeras canciones que compuso Cobain en 1988, según sus biógrafos. De Nervermind, aquel CD, recordado por un bebe sumergido en una pileta, y por delante suyo un dólar flotando, de aquel disco de 1991, emergió la segunda canción del Unplugged, «Come As you Are». Ven como eres, una canción que cautiva en la densidad de sus primeros acordes, «ven la elección es tuya, no llegues tarde», dice Kobain en tono de ruego, la elección es tuya pero por favor vení, canta ese chico asustado de 12 años, que la pasa mal en todos lados.

La cuarta fue sorpresa, un viejo tema de David Bowie de los años 70, «The man who sold the word», y la paradoja se metió en la historia cuando años más tarde, se subastó el sweter que usó aquella noche. Era un cárdigan verde pálido de acrílico y mohair de la marca Manhattan, y que de aquella noche le quedó un agujero, porque fue quemado por un cigarrillo de Cobain. Se llegó a subastar en 334.000 dólares.
Adicto a los opiáceos, como en un escena de Pulp Fiction, film que casualmente cumplió tres décadas, su mujer Courtney Love- su segundo gran amor-, lo había salvado de la muerte en varias oportunidades, la última después de una inyección letal de heroína. Cuando Courtney despertó en medio de la noche con Cobain al costado de su cama pensó lo peor. Un baldazo de agua helada y masajes cardíacos volvieron a darle vida a un Kurt que parecía irse.
El Unplugged fue juzgado por la crítica como brillante, tal vez el mejor disco de Nirvana, y el cierre está a la altura, con «Where Did you sleep last night»-Donde dormiste anoche-, un clásico de la cultura folk estadounidense, de autor anónimo compuesto aproximadamente en 1870. Se conoce la anécdota que Kurt le pidió a los productores que quería el ambiente decorado con lirios, velas y una araña de cristal. ¿Es un funeral? preguntó socarrón el productor y seco le contestó Cobain, «si, es un funeral».
Su tío abuelo y su abuelo se habían suicidado y en distintos momentos de su vida padecían de depresión severa. En tiempos donde todos venden éxito, en épocas que vale ser mainstream como lo único llegar a cualquier costo, en momentos que lo vertiginoso hace que no leamos, ni escuchemos, Kurt despreció la fama, el reconocimiento y las luces del campeón.
Un 5 de abril de 1994 fue a su heladera agarró una botella de soda, caminó treinta pasos hasta su invernadero, se inyectó heroína, y se dió un tiro, a las 9.45 del 30 de marzo había entrado a Stan Baber Shooting Sports, y se compró la escopeta que terminó con su vida. Aquel Mtv desenchufado fue una joya, lo último que Cobain dejó musicalmente. Tal vez alcanzó la cima y no lo soportó, cuando el rocker del momento decidió terminar con su historia.